En los últimos años la Consejería de Sanidad ha reducido drásticamente el presupuesto y el personal de los Centros públicos de Salud Mental. Se está acabando con lo poco que quedaba del modelo comunitario que actuaba mediante un equipo multiprofesional, en el barrio, cerca de la gente y de las organizaciones sociales, con una dotación de personal adecuada a la población atendida y con la finalidad de rehabilitar e integrar en su medio a las personas con problemas de salud mental.
La liquidación de este modelo de atención es especialmente sangrante cuando las repercusiones de la gestión de la crisis que están haciendo los gobiernos capitalistas están recayendo de forma criminal sobre la clase obrera y estándisparando los trastornos mentales entre la población. Los datos son abrumadores:
· El suicidio es ya la primera causa de muerte no natural. En el metro de Madrid se suicida una persona por día. Los intentos de suicidio se han multiplicado por cuatro desde el comienzo de la crisis.
· Los ansiolíticos y antidepresivos son los medicamentos más recetados.
El cierre de los Centros públicos de Salud Mental obedece a dos razones:
1. Trasladar la asistencia psiquiátrica a los hospitales privados, donde la única práctica sanitaria es recetar fármacos para dejar reducidos a los pacientes a poco más que vegetales, a mayor gloria de la industria farmacéutica.
2. Eliminar un gasto, que el capital considera como inútil, en la medida que se dirige a personas “no rentables”, porque no les necesita para generar riqueza
Privatización de lo rentable y destrucción de la sanidad pública forman parte del siniestro programa del capitalismo en crisis. Mientras sus más destacados representantes empresariales y políticos se forran a manos llenas con el dinero público,pretenden eliminar – en sentido estricto – a enfermos crónicos, personas con trastornos mentales, inválidos y personas mayores, mediante la destrucción de servicios públicos y prestaciones sociales, y reduciendo drásticamente los seguros de desempleo y las pensiones.
El último ejemplo es el Real Decreto del Ministerio de Sanidad que obliga al repago de los medicamentos de uso hospitalario para enfermedades graves. Sólo un dato al respecto: las asociaciones de padres de niños enfermos de cáncer estima que la media supone un gasto mensual de entre 400 y 600 euros. ¿Alguien puede dudar de que pretenden acabar con las personas enfermas pobres?.
La privatización y el desmantelamiento de la sanidad pública continúa, la lucha también.
El cierre diario de camas en la sanidad pública, los quirófanos e instalaciones diagnósticas cerradas, el despido de trabajadores y la privatización de servicios, continúa y se intensifica. Valga un ejemplo: la privatización de servicios de limpieza en hospitales y centros de salud ha supuesto el despido de más de la mitad de las trabajadoras. Mientras tanto, la infección es ya la 1ª causa de muerte en los hospitales y la situación en los centros de salud es insostenible.
La “suspensión cautelar” dictada por un tribunal de Madrid de la privatización del personal sanitario de seis hospitales – privados – de Madrid, entre ellos el H. Infanta Leonor, es una pequeña victoria de la movilización popular; pero es sólo una tregua. Todo lo ya privatizado em Madrid: hospitales, laboratorios, radiología, sistemas informáticos, el “call center” desde el que se dirige sistemáticamente a los pacientes a la privada, servicios “no sanitarios” (lavandería, cocinas, limpieza, etc), incremento espectacular de los conciertos con clínicas privadas, etc, continúa adelante.
El cierre del Centro de Salud Mental de Navalcarnero, después de 24 años de funcionamiento, para trasladar las consultas de psiquiatría al hospital de Móstoles, propiedad de CAPIO, desmantelando toda la atención comunitaria, se ha producido la semana pasada. ¿Puede caber alguna duda de que detrás irán todos los demás Centros de Salud Mental?
Alertamos contra quienes dicen que se ha conseguido paralizar la privatización. No sólo es una falsedad, sino que oculta una nueva maniobra de privatización consistente en transformar a algunos jefes médicos en empresarios, mediante la llamada “gestión clínica”.
Es preciso desenmascarar esta artimaña. Por ser empresarios con bata blanca no dejan de perseguir como objetivo prioritario lucrarse con el dinero público, a base de ahorrar jugando con la salud de la gente y prescindir de los pacientes “no rentables”. No queremos empresas en la sanidad, ni de Florentino Pérez, ni del doctor Pérez.
La organización y la movilización para defender hasta sus últimas consecuencias lo que es nuestro, uniendo a trabajadoras y trabajadores de la sanidad y a la población, en cada barrio y en cada pueblo, y para impedir con nuestra fuerza que nos quiten lo que con tanta lucha se ha conseguido, es el único camino.
Llamamos a todos los vecinos y vecinas de Vallecas, a las trabajadoras y trabajadores de la sanidad pública de Madrid, en especial a quienes trabajan en salud mental, y, en general, al pueblo de Madrid a sumarse a la manifestación del día 10 de octubre.
¡NO AL CIERRE Y PRIVATIZACIÓN DE LOS CENTROS DE SALUD MENTAL!
¡DEROGACIÓN DE LA LEY 15/97 QUE PERMITE LA PRIVATIZACIÓN!
¡DEVOLUCIÓN A MANOS PÚBLICAS DE TODO LO PRIVATIZADO!
¡SANIDAD PÚBLICA DE CALIDAD PARA TODAS LAS PERSONAS!
10 de octubre, día de la Salud Mental.
Manifestación contra la destrucción y privatización de los Centros de Salud Mental.
A las 20 horas, desde el Centro de Salud Federica Montseny, Avda Albufera 285. Metro Miguel Hernández. Línea I, al Centro de salud de Peña Gorbea, metro Puente de Vallecas.
Convocan: Plataforma Vallekas contra las privatizaciones.
CASMadrid y Matusalén
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