Esta es la historia de doce trabajadoras de este distrito, pero puede ser la historia de su hija, su mujer, su nieta, una amiga o incluso usted.
Me refiero a las dinamizadoras de los centros municipales de mayores, que han ayudado a muchas personas a superar las muertes de sus familiares, las depresiones, que nos han apoyado ante la enfermedad, nos han orientado cuando nos jubilábamos, nos han gestionado el ocio y nos han educado en cuestiones en las que estábamos desfasados, entre un largo etcétera.
Pero sobre todo son mujeres como la copa de un pino, profesionales maravillosas que realizaban su trabajo de una manera intachable.
Han estado durante más de 10 años luchando para intentar que la calidad de vida de las personas mayores de nuestro distrito, y de todos/as nosotros/as -porque al fin y al cabo en un futuro todos /as seremos mayores-, sea la mejor posible.
Un día llegaron a trabajar y en su puesto había otra persona, nadie les avisó, nadie les dio explicaciones, solo sabían que el Programa Integral de Dinamización de los centros de mayores entraba a concurso, como cada dos años. Además, estaban tranquilas, porque la empresa que gestionaba el servicio se encargó, en su día, de acogerlas a un convenio de ámbito estatal en el que se contemplaba la subrogación, y esta Junta Municipal así lo ratificó en anteriores pliegos, y también que, en caso de que otra empresa ganara, no tendría por qué pasar nada, ya que había (HAY) un convenio que las amparaba.
Otra empresa ha ganado el servicio por un precio irrisorio, no han subrogado a las doce trabajadoras y tampoco tienen derecho a paro porque no están despedidas. El concejal de este distrito dice que no pueden hacer nada, que él, como responsable, no puede decirle a una empresa a la que contrata que cumpla con la LEGALIDAD. No puede decirle a una empresa que pagamos todos/as que trate a los trabajadores/as como debe.
La Administración pública no puede fomentar la precariedad laboral, las injusticias y, sobre todo, no puede jugar con nuestras vidas ni con los/as profesionales que forman parte de ellas, porque si ellos/as están bien yo también lo estaré.
Lo malo de todo esto, es que prima el dinero y no la calidad, ni las personas. Algo huele a podrido en Villaverde.
La vida da muchas vueltas y hoy son ellas pero puede que un día sea tu hija, o tu nieta/o o tú mismo. Pero hasta entonces no te preocupes, puedes estar tranquilo/a, como ellas lo estaban.
Angel Luis Pérez Duran dice
Es una vergüenza lo que esta ocurriendo con estas trabajadores/as
No es posible que se vulneren de esta manera los derechos de los trabajadores/as que están realizando una labor social tan importante e imprescindible
Con este comportamiento igualan a nuestros mayores con basuras como las que se amontonan en algunos municipios en la calle
No se puede consentir que contratas adheridas a partidos políticos hagan lo que quieran con las personas y es más vergonzoso que lo hagan protegidos por las autoridades que las contratan
Migel dice
Esto es indigno en los tiempos que vivimos no hay derecho que jueguen con nuestros derechos cuatro políticos insalubres de poder y lucro, esta gente no merece respeto ninguno y menos que digan que defienden nuestros intereses, es denigrante, que dimitan esta gente, puesto que no tiene otro nombre que el que les doy ”GENTE.” Qué pena…