Un año después aún estamos ahí, con más experiencia y con más madurez, revolviéndonos contra viento y marea, a pesar del sistemático empeño de los poderes y de los medios de comunicación por mostrar la supuesta debilidad del movimiento, a pesar del intento de desprestigio y criminalización, a pesar de la represión y de la dosis de miedo que nos inyectan todos los días, miedo al que nos estamos inmunizando. Y seguiremos caminando y sumando voluntades, mientras haya razones y mientras haya un pueblo con la inteligencia y la dignidad par ser capaz de desplegar toda su generosidad, regalando la energía de las y de los jóvenes, y el apoyo y la experiencia de los y de las mayores…, para cambiar este mundo crecientemente desigual, injusto, insolidario, antidemocrático e insostenible.
El PP se ampara en la crisis económica y financiera, que provocaron los propios mercados a los que obedecen y sirven fielmente, y de los que participan y se benefician (Rato, Aznar, Zaplana, Aguirre…) ellos y sus amigos de clase, para imponer al 99 % su modelo. Un modelo que orientado cruelmente a destruir las conquistas sociales de décadas, imponiendo a la sociedad sus políticas privatizadoras, autoritarias, insolidarias e insostenibles. Desmontando el de por sí débil Estado social y la propia democracia. La situación es muy grave, y requiere una vasta y sostenida movilización ciudadana capaz de reorientar las brutalidades de este régimen antisistema social. Hay razones, que se traducen en nuevas propuestas. A los objetivos marcados hace un año hay que añadir cinco nuevos objetivos:
1) ni un euro más para rescatar a los bancos, garantizando los depósitos de los pequeños ahorradores y expropiando a la banca.
2) derogación de la reforma laboral y acabar con la precariedad laboral y el desempleo .
3) educación, sanidad y servicios sociales universales, gratuitos y de calidad.
4) moratoria a los desahucios y promoción masiva de vivienda de alquiler social.
5) garantizar las rentas familiares implantando una renta básica universal. Que lo paguen ellos, los que nos robaron acumulando capital durante décadas, ese uno por ciento que acumula tanta riqueza como el 25 % más pobre de la población. ¿Se trata de cinco objetivos “radicales”?, pues, sí, radicalmente opuestos a la barbarie.
Hay razones, y hay pueblo. Hoy más que nunca nos encontramos en una encrucijada: ciudadanía o barbarie. La incolora es parte y se siente parte del 15M, celebrando su pluralidad y horizontalidad, somos uno más trabajando para que eche raíces en nuestro barrio y podamos resistir y reconstruir la ciudadanía, una sociedad más justa, igualitaria, solidaria, democrática y sostenible.
¡Si se puede!
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