Excursión Casillas el Tiemblo, 04/10/2008
Conscientes de que solo a quién madruga Espe ayuda…emprendimos mañanera excursión al insigne pueblo Abulense de Casillas que nos obsequió con Tomates e Higos callejeros (sí con mayúsculas aposta que estaban muy buenos), tras la lozana señora de la romana no sabíamos que enseguida iban a empezar las cuestas…
Dichas cuestas iban a dividir al grupo en “los en forma con Eva Nasarre” y “los mi culo no perdona” oséase los que de verdad piensan hoy en día que se trata de una excursión de nivel bajo y los que piensan que la cuestecita para ser una excursión llana se las traía.
Los “bautizos” se impusieron desde un principio exponiendo nombres como: FatiMatojo, EstherMaunción, MarTapitadechipirones, SilVialáctea…
Una de las peculiaridades del entorno fue el constante cambio de paisaje, de pinar a sotobosque a zona arbustiva para acabar en hermoso castañar e incluso contemplar desde la altura del puerto las “Torres de Mordor” o torres Florentinas (hay quien jura haber visto el ojo omnisciente de Sauron en lo alto de una de ellas, la que tiene el cuadrado absurdo arriba).
El grupo avanzó “sherpanteante” a veces disperso y otras más compacto por caminos y sendas casi siempre en subida (seguro que no es cierto pero son las subidas las que nos provocaron agujetas en el…).
La comida junto al pozo nevero posibilitó la integración de sabores variadísimos y clásicos intercambios culinarios, ganándose las papilas del público presente la salsa huancaína para comer con papas; por supuesto hubo batalla de botas unazzz con aditivo (que se cual es y no desvelo, pillín) y otra con solo Rioja. La hora del sesteo y el relax dio lugar a la elección de Miss y Mister manta zamorana alias “solo tú sabes ponértela así”, o bien la más cruda realidad: que sólo dos elementos del grupo portaban tales prendas. Ante la sorpresa de muchos Santi (o como gritan continuamente los energúmenos que le rodean CUKI) decidió tomar las veces del obligado de la nieve y bajar por frágil escalera al fondo del pozo para constatar que no había nieve (mira que los demás ya se lo habíamos insinuado).
Como siempre al caer la tarde y el cansancio parece que los minutos que promete el Julierpa que quedan se transforman en horas y algunos consideramos una cachondada que nos hiciera pensar ante el Himalaya local pocos km antes de la meta que aún quedaba una cuesta de pendiente imposible. Por esa pendiente bajaba un idioticentauro, o sea un individuo a bordo de un Quad o despropósito ecológico para vagos campestres. Del centauro pasamos a las cabras y cabrones (conste no es palabrota si no macho cabrío) que orlaban el trayecto final con su mee y bee cual concierto de 2 notas.
Al llegar al cruce entre el camino al castañar y al pueblo, por suerte imperó la sabiduría popular y fuimos al castañar, pues ahí estaba el autobús, y que luego digan que las asambleas y la democracia directa no sirven…
Al llegar al Castañar del Tiemblo nos reencontramos con MariNavaja, Lolaila y JeSusto que habían decidido tomar el fresco en el castañar, y nos habían recogido unas ricas moras así nos vigilaron al autobusero que tenía prisa por ir a Madrid a ver el Furbol. En el castañar unos se reactivaron y anduvieron y otros se sentaron a seguir comiendo y conocieron a un ejemplar cánido, alias Fruski, con cierto cruce con mastodonte por el tamaño, ¡¡¡que miraba con unos ojazos!!!!
En suma concluía una jornada dedicada al esparcimiento y mejora de nuestra salud, pues ¡un minuto lejos de Madrid y hay que ver como se respira de bien!
Firmado “Los Ripenses infiltrados”