Desde la Asamblea General de Sol asumimos como nuestras todas las acciones de desobediencia destinadas a protestar contra el tarifazo del Metro de Madrid. Llamamos a todas las personas a que repliquen la acción de Toma el Metro y que se coordinen para tirar de la palanca, sin comprometer la seguridad de ningún pasajero, cuando los trenes estén parados en las estaciones, para seguir protestando contra el tarifado.
El 25 de abril un grupo de personas decidió organizarse para realizar una acción no violenta cuyo objetivo era denunciar la abusiva subida de las tarifas del Metro de Madrid. La acción consistió en accionar los frenos de emergencia cuando los trenes estaban parados, de modo que nueve líneas estuvieron interrumpidas a la misma hora durante unos cuantos minutos. No suponía ningún riesgo para nadie, ni ningún perjuicio extraordinario (como sabemos, el metro de Madrid sufre retrasos habituales sin que nadie se ponga a calcular las pérdidas). El grupo emitió un comunicado en el cual explicaban sus motivos, que son compartidos por cualquiera que de manera habitual coja el metro en Madrid y haya visto incrementado el precio del billete en un 90% en nueve meses. Esta acción volvió a repetirse el 25 de mayo.
Como consecuencia, el 26 de abril la Policía detuvo a tres personas, una de las cuales ni siquiera había estado allí (suele ir a acciones del 15M y, “casualmente”, le confundieron con otra persona). El viernes 22 de junio detuvieron a otras 6 en una desmedida operación policial que querría presentarse como antiterrorista. Las detenidas han sido puestas en libertad sin medidas cautelares y el auto no ha podido acreditar que se tratara de una acción coordinada, lo cual pone de manifiesto el disparatado espectáculo policial y mediático montado para personas que, a ojos del juez, no suponen peligrosidad alguna. Los medios corporativos han reproducido, como es habitual, la versión interesada que les ha sido facilitada desde la Delegación del Gobierno: han difundido que las detenciones fueron llevadas a cabo gracias a la colaboración de “un sector del 15M” que discrepaba con los métodos de Toma el Metro.
Esa acusación sólo puede venir de aquellos que necesitan criminalizar y presentar como violentas a un conjunto de luchas sociales que cada vez cuentan con más apoyo popular, a quienes necesitan justificar unas prácticas represivas que harían temblar a cualquier democracia. En los últimos meses, cada vez más, la Delegación del Gobierno de Madrid trata de presentar al movimiento 15M como un fenómeno popular amable que tiene la “mala suerte” de estar infiltrado por “unos cuantos radicales”. “Qué pena que estos buenos chicos no purguen a sus malas amistades”, parecen querer decirnos con un discurso que busca que nos dividamos y desmovilicemos. Mientras tanto, la represión llega en bloque, unitaria: mandan a sus efectivos a detenernos y multarnos y cambian las leyes a medida para criminalizarnos, lo cual da cuenta de que nos consideran, a todas las personas que salimos a las plazas, enemigos potenciales, una amenaza a sus privilegios.
Texto completo en madrid.tomalaplaza.net
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