La fila serpenteaba por la Gran Vía y doblaba por la calle Del Clavel. La multitud ocupaba casi toda la acera. Cientos de padres se concentraron ayer frente a una oficina de información de la Consejería de Educación y Empleo de la Comunidad de Madrid. Querían saber por qué sus hijos han sido excluidos de las becas de comedor y de libros para el próximo ciclo escolar. Pero en lugar de aclaraciones se quejaban de que encontraron obstáculos. “Me dijeron que llamara al 012, luego que viniera aquí… Termina una histérica. Nos mandan aquí para que haya menos gente con beca”, decía ayer Doris Freire, madre de tres hijos en edad escolar cuyas solicitudes de becas han quedado excluidas.
Con los documentos en mano, para demostrar el paro, la renta, las buenas notas, la baja médica, la familia numerosa o lo que fuera según el caso, en la larga fila los interesados hablaban entre ellos para asegurarse de traer todos los documentos necesarios. También intercambiaban críticas y quejas, se desahogaban en la cola, que parecía no avanzar. Unos estaban desconcertados, otros fastidiados. La mayoría había recibido el aviso por mensaje de texto en el móvil el día anterior, algunos casi a las ocho y media de la tarde. “Su solicitud de beca ha sido excluida”, decía el texto.
A la puerta de Gran Vía 20, la gente comenzó a llegar desde la madrugada, según algunos de los asistentes. A primeras horas de la mañana, ya eran una multitud de varios metros. Los que llegaron alrededor de las 10 pasaron más de cuatro horas bajo el sol antes de ser atendidos y al final salieron sin más información que la que ya tenían: no hay beca. “Me dijeron que mi hijo quedó excluido y que tengo que traer un certificado de vida laboral, pero me piden también el del empleador con el cual no tengo nada que ver desde marzo”, dice Alejandra Peñaranda, una empleada doméstica, cuyo hijo está en primero de primaria y solicitaba la beca para libros.
La mayoría de los padres decían que el trámite era más fácil en años anteriores, que se hacía en el centro escolar y se resolvía de inmediato. Ahora les parece más difícil y confuso. “Me mandan un mensaje y me dicen que he quedado exlcuida. Ahora me dicen que está todo correcto. He pasado horas aquí y aún no sé si fue un error”, decía Gladys Centeno, madre de un niño en infantil y una niña en primaria.
Las cantidades que ofrecen por beca de libros es de 90 euros para los estudiantes de primaria y de 110 para los de secundaria; Las ayudas para el comedor escolar son este año de 575 euros y 275 por alumno y curso escolar. Por primera vez, la Consejería de Educación ha convocado de forma conjunta las becas para libros y comedor. El mes pasado se anunció que las ayudas para libros se darían a conocer en julio y las del comedor escolar en septiembre. Sin embargo, ayer los padres se quejaban de haber sido ya rechazados en ambas solicitudes.
Este año Educación ha reducido la cuantía de las becas de libros. Le destinará la misma cuantía que en anteriores convocatorias, 30 millones de euros, pero hay 9.247 beneficiarios más. Para cuadrar las cuentas se han eliminado las ayudas a los alumnos de infantil y se ha rebajado en 14 euros la ayuda a los estudiantes de primaria. Este año, 309.000 familias se beneficiarán de una beca para libros.
Para las ayudas de comedor hay un presupuesto de 29,3 millones de euros (el mismo que el año pasado). Pero también se amplia el número de beneficiarios hasta 112.000 (3.000 más) pero a costa de que desaparezca un tramo de ayuda de 395 euros. La consejería remitió un documento donde recuerda que este año habrá más beneficiarios.
Fuente: El País
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