Pico del Nevero
8’30 primera convocatoria, 8’50 salida oficial. Los incoloros se ponen en marcha hacia su destino, el pico del Nevero. Autobús de bote en bote: todos queremos pasar frío y pisar nieve. El viaje hasta Lozoya transcurre tranquilo, vamos de cháchara, contando anécdotas. Pilar, muy chula ella, cuenta cómo la rescató un alumno bombero de las frías, profundas y procelosas aguas de un río en el Pirineo.Las amigas incoloras, muertas de envidia, preguntaban: cómo era él, si estaba macizo, qué pasó después… Y ella, sin soltar prenda y con una sonrisita maliciosa.
Con la imaginación desbordada, llegamos al pueblo de Lozoya a las 10’15, que estaba muy tranquilo hasta nuestra llegada.Desayuno, visita al WC y a la panadería del pueblo, vuelta al autobús y llegada al punto de comienzo de la expedición: cambio de look (gorros, guantes, polainas, capas diversas, gafas de sol) y arrejuntamiento general para escuchar a Julierpa:”Iremos en fila india, los que se cansen que vuelvan por el mismo camino siguiendo las huellas…” (lo de siempre, esto lo hace para echarse un cigarrito).
Día espléndido, paisaje espectacular, subida cómoda sin pausas y parada en las lagunillas del pico del Nevero que estaban listas para el patinaje sobre hielo, lo que hicieron cinco intrépidos incoloros a ritmo de vals hasta que a la voz de ¡grieta! salieron por pies, sanos y salvos.
Como en la cumbre iba a hacer mucho frío, el oráculo decidió que comiéramos en las lagunillas. Primera excepcionalidad incolora: no hubo aperitivo ni tentempié y se comió en horario europeo, 12’45. Y además, se terminó a toda pastilla y no hubo siesta, lo que constituye la segunda excepcionalidad. Ya entonados, subimos hacia la cumbre. Resultó un trayecto fácil y agradable. El grupo se hizo las fotos de la coronación como es de rigor. Como el termómetro mandaba, decidimos iniciar el descenso. Cuando la cabecera del grupo no llevaba ni 50m de marcha, se oyeron unas voces: ¡un médico, un médico! Nos volvimos y era un incoloro llamado Javier que estaba bastante perjudicado. Teníamos una médica y dos enfermeros. Como hacía mucho frío, se quedó con él un grupo de doce personas y el resto inició el descenso. Los acompañantes de Javier y algún otro montañero actuaron como una producción en cadena: mantas térmicas, té con miel, glucosa, masajes…pero javier estaba helado, mareado y le fallaban las piernas. Avisamos al 112 para que mandara un helicóptero y mientras, un montañero que resultó ser un jefe del Samur, nos empezó a dar indicaciones como en las películas de catástrofes: “Cuando venga el helicóptero, que aterrizará tal que allí, os agrupáis todos (agrupeeeeemonos toooodos…) y las mochilas también y lo que le ha pasado es bla, bla, bla…”. Como pueden imaginar quienes conozcan a los incoloros, no solo no hicieron nada de eso sino que, como iba a tardar 40′, cuatro se pusieron a bailar y cantar canciones chorras para entretener la espera, entrar en calor y animar a Javier que ya tenía mejor cara y, en cuanto apareció el helicóptero, empezaron a saludar, hacer fotos y vídeos… Por fin aterrizó (no por donde dijo el listo) y vinieron los bomberos. Pilaaaar, EL CUERPO DE BOMBEROS, que fueron muy eficientes y hasta uno de ellos se solidarizó con la marea verde al ver la bufanda que llevaba esta cronista. Se llevaron a Javier y bajamos para encontrarnos con el resto de la expedición que estaba deseando tener noticias. Fuimos al pueblo de Lozoya a tomar cañitas y cafés. Algunos hasta compraron filetes.
Y ya de vuelta hacia Madrid, con las emociones vividas, rompimos otra tradición: no hubo canciones ni bautizos vejatorios a los nuevos incoloros, pero no paramos de hablar.Al llegar, supimos que a Javier lo habían llevado al hospital de San Sebastián de los Reyes y estaba en observación ¡MUCHO ÁNIMO!
Llegamos puntualmente a las 7 de la tarde, lo nunca visto: la Mancheguita nos esperaba con sus cañas y tapas y una sorpresa: unos vasos de caldo que nos sentaron de miedo.
Y esto es solo una parte de los muchos chistes, anécdotas y chascarrillos que se contaron.
¡Ah! Olvidaba lo mejor: el vídeo de Nando ¡ARTISTA! Creo que los nuevos alucinaron como le pasó a esta cronista la primera vez. Pero como la Incolora crea adicción, hasta la próxima.
PD- Julierpa, para la próxima recomienda equipo básico de supervivencia.
NOTICIA: Rescate en la alta montaña madrileña
Miriam dice
No me lo puedo creer! Ánimo, Javier!
Javier Guerra Garcia dice
Soy el Incoloro Javier, el que casi os fastidia la bonita excursión,pero es que algunos por subir en Helicoptero hacemos lo que sea (es broma), tuve que estar varias horas en el hospital Infanta Sofia de San Sebastian, donde me practicaron diversas pruebas que afortunadamente resultaron negativas, por lo que hasta ahora no se ha podido determinar el motivo del suceso.
Desde aqui hasta que tenga ocasión de hacerlo personalmente,quiero agradeceros a todos vuestras atenciones y en especial a la Doctora a la masajista a Fernando a Capita a mi hermano al del Samur al Oraculo a los proveedores de té con miel y de glucosa a las bailarinas y a algunos mas que con el mareo no recuerdo bien.
Espero que todo esto quede solo en una anecdota y pueda acompañaros en la proxima excursión para saludaros personalmente. Un abrazo para todos. Javier.
Nando dice
Estupenda crónica Mª Ángeles!!! Un saludo a todos y especialmente a Javier, que nos alegramos todos que te hayas recuperado y disfrutaras de un agradable viaje en helicóptero. Termino con un fuerte ¡Viva la Incolora! y los pataliebres incoloros que han demostrado una vez más la grandeza de ser humanos. Un abrazo a todos: Nando
Paloma dice
Andarain@s, al final todo quedó en un simple “mal de altura”, pero el susto que nos dió fue morrocotudo…!! El hombre de 64 años está perfecto, todo quedó en el susto y seguiremos teniendo GUERRA para rato… (el “el hombre de 64 años” se apellida Guerra), asín que t’os trankis….!!!
A pesar de todos los pesares, disfruté muchiiisimo y muchísimas gracias a todos, pues en momentos como estos se ve la calidad humana de la te rodeas…, en fín que no sé expresar toda la gratitud que siento.
BSSSSSSS FUERTES…