Desde el estallido de la crisis/estafa en Europa y España hemos asistido a un recorte generalizado de los derechos sociales adquiridos y a un desmantelamiento de los servicios públicos que los sustentaban.
Hay que recordar que estos servicios sanitarios, como sucede con los otros servicios públicos, son el resultado de años de lucha y sacrificio durante el franquismo y posteriormente por parte de los trabajadores y que han sido sufragados y siguen siéndolo con nuestros impuestos. Es decir, han sido conquistados, son y siempre han sido nuestros y por tanto nadie tiene derecho a arrebatárnoslos.
En Sanidad, el Real Decreto-Ley 16/2012 aprobado recientemente por el Gobierno del PP ha impuesto, sin discusión posible, una limitación en las prestaciones sanitarias como no habíamos conocido nunca y ha cambiado el concepto de derecho universal por el de asistencia limitada a los asegurados, es decir ha cambiado la asistencia sanitaria y gratuita en el momento del uso a todos los ciudadanos por un modelo mutualista en el que solo tiene reconocido ese derecho (y solo a las prestaciones básicas) el que tiene un seguro público o privado y nos retrotrae a la situación de hace 30 años cuando solo tenían derecho a esa asistencia los trabajadores afiliados a la Seguridad Social y sus familias y los que tenían seguros privados de salud.
En la práctica es un autentico robo de derechos adquiridos, que se ceba en las personas mas vulnerables (jubilados, enfermos crónicos, inmigrantes) y supone un impuesto a la enfermedad y la exclusión de la asistencia sanitaria a un porcentaje importante de la población: desde jóvenes sin empleo a inmigrantes sin trabajo, y por tanto sin papeles, pasando por mujeres divorciadas sin rentas propias, etc.
Además ha establecido el copago generalizado y abusivo de los medicamentos para los pensionistas y el aumento de su importe para el resto, como si no se hubiesen pagado ya a través de los impuestos, y han excluido prestaciones como el traslado en ambulancia o los suplementos nutricionales entre otros. Y esto es solo el comienzo como Rajoy ha anunciado, el objetivo parece claro: privatizar el sistema, convertir completamente la sanidad en un negocio y dejar la asistencia solo para el que se lo pueda pagar.
En la Comunidad de Madrid, este ataque a la Sanidad Pública lleva años produciéndose liderado por su Presidenta, Esperanza Aguirre, la cual en lugar de defender los intereses de todos prefiere insultar a los parados y a los empleados públicos que son los que garantizan la prestación de los servicios públicos.
En esta línea se han ido año tras año disminuyendo los presupuestos sanitarios (ya de por si tradicionalmente insuficientes), privatizando hospitales, aumentando las listas de espera, cerrando camas públicas y reduciendo el número de empleados públicos sanitarios y no sanitarios de una manera brutal, lo que esta poniendo a la sanidad pública madrileña al borde del colapso y ha comenzado a tener serias dificultades para mantener un mínimo de calidad asistencial en el día a día que ya esta teniendo consecuencias graves para la salud de la población y que se traducen en aumentos de sufrimiento evitable y mortalidad y disminución de la calidad y de la esperanza de vida.
La actual situación supone un cambio radical y un ataque sin precedentes a nuestro sistema sanitario que exige por parte de los habitantes de este país y de nuestra región una respuesta inmediata y contundente para defender lo que es nuestro. Por ello, y entre otras iniciativas de defensa de lo público, se ha empezado a generar un movimiento de desobediencia civil entre la población y de objeción de conciencia entre los profesionales sanitarios que ha empezado a plasmarse en iniciativas como la de www.yosisanidaduniversal.net o la de la Sociedad Española de Medicos de Familia (declaración de objeción de conciencia) a la que se ha unido diversos colectivos ciudadanos (Amnistiainternacional/espana-reforma-sanitaria) y profesionales(la organización médico colegial pide la objeción). Estos movimientos pretenden concienciar e informar sobre las consecuencias de la contrarreforma sanitaria y el desmantelamiento de la Sanidad Pública al que estamos asistiendo y anima a movilizarse y participar a todos en su defensa.
Es el momento de defender lo que es nuestro. No podemos consentir que la salud se convierta en un privilegio para el que se lo pueda pagar. Hay que rebelarse y neutralizar el ataque a nuestros servicios públicos y echar a los que lo promueven. Entre todos podemos.
Javier González Medel. Médico
Villaverde Alto, 28 de Julio de 2012
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