Desde 2009, la Comunidad de Madrid viene anunciando la Libre Elección de Médico, Enfermer@ y Hospìtal, como uno de los pilares fundamentales de la “Sanidad del Futuro” que nos llevan vendiendo desde 2004.
Ahora, con su puesta en práctica desde diciembre de 2010, se pone de manifiesto que la nueva medida no es más que una nueva campaña publicitaria de Esperanza Aguirre.
La información que proporciona la Consejería de Sanidad para poder ejercer “con criterio” el derecho de libre elección es una auténtica burla y un insulto a la inteligencia. Los datos ofrecidos (valoración de la comida, de la habitación, trato, amabilidad, señalización del centro, ….) no permiten en absoluto comparar la calidad de la atención sanitaria de los distintos hospitales y, en consecuencia, hacen imposible la libre elección de la mejor opción disponible.
Que la libre elección no era más que una operación de marketing tras la que se escondía la puesta en marcha de un mercado sanitario y, por tanto, el negocio, y que además no resultaba posible en la práctica, era algo que se veía venir desde 2009 cuando se anunció la medida. Así lo denunciamos desde la Coordinadora Anti Privatización de la Sanidad1.
Lamentablemente, el tiempo ha venido a darnos la razón. En la información hecha pública por la Consejería de Sanidad, brillan por su ausencia los parámetros que podrían permitir establecer una comparación objetiva entre facultativos, servicios y hospitales. Por ejemplo, no se aporta ningún dato sobre:
– Mortalidad y morbilidad de cada hospital y, mucho menos, por servicio hospitalario o cirujano.
– Infecciones hospitalarias por cada hospital y, mucho menos, por cada servicio hospitalario.
– Reingresos hospitalarios en cada servicio y hospital. – Listas de espera para consulta y pruebas diagnósticas para cada especialidad, patología y hospital.
– Tipo y número de derivaciones realizadas desde los nuevos hospitales de propiedad privada a los hospitales públicos tradicionales.
– Número de pacientes por enfermera o por médico en cada servicio y hospital.
En lo que respecta a la Atención Primaria, los datos ofrecidos son del mismo tipo que en Especializada (amabilidad, comodidad, señalización del centro, satisfacción, información sobre medicamentos….), lo que supone una falta de respeto hacia el paciente que, ante un proceso de enfermedad, lo que le interesa es:
– Ser visto cuanto antes y no tener que esperar varios días para acceder a una cita con su médico/pediatra.
– Tiempo suficiente para cada paciente en consulta.
– Conocer la demora existente para la realización de una prueba diagnóstica o para ser visto por el especialista o intervenido quirúrgicamente.
La realidad es que, desde la privatización de las citas a través de una central de llamadas, los médicos de atención primaria han perdido el control sobre los tiempos aproximados de espera de los pacientes que han derivado al especialista, quedando en manos de dicha empresa la posibilidad de desviar a centros privados aquellos procesos menos complejos y más rentables económicamente.
En definitiva, la Comunidad de Madrid sólo busca engañar a los pacientes dando una falsa imagen de libertad para elegir mientras potencia los hospitales de propiedad privada que ha inaugurado durante los últimos años, precisamente esos hospitales que con frecuencia vienen siendo noticia por su deficiente funcionamiento y que la mayoría de la población intenta evitar cuando necesita asistencia, acudiendo a los centros públicos de toda la vida.
Enero de 2011
– Lo que buscan con el Área Única y la Libre Elección es la creación de un mercado sanitario, en el que, mediante publicidad engañosa, los centros públicos y privados compitan entre sí para captar a los pacientes y procesos más rentables (población joven y sana que utiliza poco la sanidad, cirugía poco compleja…). Los pacientes no rentables (ancianos, discapacitados, crónicos, enfermedades costosas…) acabarán arrinconados en centros públicos de 2a categoría, al estilo de los centros de beneficencia.
– “La libre elección indiscriminada no es real ni posible, es solo un espejismo. Los más de 6 millones de habitantes de Madrid no podemos elegir los mejores centros y los mejores especialistas, no sólo porque desconocemos quiénes son, sino porque sería materialmente imposible que nos atendieran a todos”.
– ¿Con qué criterio se va a diferenciar la calidad de los diferentes profesionales y centros? Dicen que nos darán información para que podamos elegir lo mejor, pero en realidad lo que recibiremos será propaganda maquillada. No pueden compararse, por ejemplo, las tasas de mortalidad de un gran hospital (donde se tratan los procesos más complicados) con las de otro donde se realizan intervenciones sencillas. Los grandes hospitales tienen, por ejemplo, tasas más elevadas de mortalidad y no por eso son peores. Igual que el PP nos engaña con las listas de espera, mentirá con el resto de la información.-
Menos “sanidad del futuro”, menos experimentos privatizadores, menos demagogia y más medios, más presupuesto, más centros y más trabajadores para la sanidad pública …
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