CRÓNICA DE MADRID AL PURGATORIO ( O RUTA DEL ARROYO AGUILÓN)
13 – Mayo -2006
Comienza la excursión en la estación, cruce de saludos, refrescar y actualizar datos con los amigos y un tiempo de autocar. Somos unos cincuenta entre los 10 y los 60. Stefi, Lucía, Claudia, Mario, Begoña ,Laura y Alberto ) son los cachorros. El excursionista medio tiene hijos en la adolescencia o primera juventud que ya no le acompañan, encandilan ni estorban.
Nos agrada comprobar que hemos ampliado nuestro radio de acción e influencia y llegan al autocar ciudadanos de Poxuelo, Arroyomolinos, Móstoles y Villaviciosa de Odón.
Con el chofer va su mujer para aprovechar juntos el día de sol, praderas y arboleda.
La parada en Miraflores permite la provisión de pan y tomarse un café, churros y demás bollería fina. Luego el autocar sube hasta el puerto donde finaliza el trayecto. Ya con mochila a la espalda, iniciamos una bajada continua desde la Morcuera por la pista forestal, en pendiente poco pronunciada. Faldeamos en larga curva la ladera con claros en los que infinidad de flores luminosas, como diminutas estrellas, salpican con su colorido el verdor intenso de la hierba, y allá en lo alto, sobresaliendo entre la masa arbórea, la cumbre de Peñalara coronada por las últimas nieves de primavera, elevándose hasta las nubes, apoyándose en oscuras moles graníticas.
Lo mejor que podría hacerse en este momento es recostarse sobre un tronco seco para contemplar el panorama, mientras te envuelve la brisa entre el ramaje y el graznido lejano de algún ave. Pero se impone el esfuerzo montañero y seguimos la pista guiados por Julio, nuestro impetuoso y bravo guía, y con él atravesamos una zona de amplios pastizales que creo que se llama el Pinganillo donde divisamos algunos buitres leonados.
Aturdidos por tanta belleza, algunos montañeros vadeaban arroyos, en plan “al pasar la barca” pero sin barquero y claro ocurrió el “bautizo” “on the river” de una nueva adepta (Reyes) que por inmersión se convirtió a nuestra fe montañeril y provocó sin quererlo un alud solidario de ropas secas para mudarse.
En el Llano del Purgatorio continuamos a través de sectores de pinar y abandonamos la pista forestal para optar por una senda hacia las cumbres del Purgatorio. Por este camino accedimos a una serie de buenos puntos panorámicos sobre las angosturas del valle del Aguilón, divisando las propias cascadas del Purgatorio “a vista de pájaro”.
Como merecíamos un reposo sacamos las viandas, cada vez mas sofisticadas : codornices escabechadas por Santiago, tortillitas de calabacín y queso , tostas de tomate y aceite de oliva, en fin lo que va pidiendo nuestro exquisito paladar.
Allí mismo nos sorprendió el famoso grupo folklórico “Os piteiros do Aguilón” que nos deleitaron con sus cancioncillas y sobretodo con su taller de pitos y flautas , dirigidos por su líder Angel y sus acólitos : Guillermo, Pedro, Agustín ,Santi e incluso el Sr.Ibáñez a quien nadie conocía estas habilidades. Allí pelaron un sauce y fabricaron decenas de instrumentos acústicos para placer de la comparsa.
Luego bajamos a un estrecho valle, entre cantos y barrancos al fondo de los cuales seguimos las aguas del arroyo Aguilón junto a la confluencia del arroyo del mismo nombre sobre el río de la Angostura que continuamos hasta el área recreativa de Las Presillas, con sus “piscinas fluviales” sobre el río de La Angostura. Un lugar oportuno para concederse un refresco entre notables vistas sobre el macizo de Peñalara. El nombre de la Angostura se debe a la estrechez del cauce en su parte más alta, coincidiendo con su paso por El Paular. Más tarde (me ha apuntado Agustín) se convierte en el río Lozoya enmarcado por espléndidas arboledas y con agua de la buena.
Hay que destacar que durante el trayecto, breves paradas y almuerzo surgieron improvisadas actividades, ayudas e intercambios de saberes, destrezas y experiencias: Se aprende mucho en estas excursiones, a unos les da por intercambiar acertijos y enigmas complicados. Otros son expertos en setas , aunque siempre que se les pregunta dicen : esa no es comestible. A otros les da por la filosofía existencial y hablan de los retos humanos y lo que ha supuesto para el hombre y la mujer las dificultades de la vida-. Otros se tiran el folio explicando los nombres latinos de florecillas y plantas silvestres.
También es notable el fichaje de otro monitor infantil , un auténtico crack de la pedagogía activa y friky de los dibujos animados infantiles. Ganó a las niñas y niños que querían competir con Pilar, Charo y el mismo ,en cultura televisiva animada y llevarse ellos solos los gallifantes.
Pero advertimos que algunas niñas se stressaban y le mordían y estiraban de las orejas sin que Pedro perdiera la compostura y se los devolviera a sus padres que viajaban felices como perdices.
No menos reseñable es el encuentro entre Mario, Cecilio y el lagarto Juancho verdinegro, que tuvo a bien salir de su escondite (en que momento….) para saludarnos. Asustado por la peña mordió a Mario, que con un estoicismo impresionante mantuvo el tipo y aun sonrió para la foto.
Esto es solo una parte de las vivencias y experiencias del grupo, porque sabemos que cada mirada cada vivencia es única . Así que para la próxima crónica, anotar vuestras anécdotas y escribir en una servilleta de bar lo que quereis que se comente de la marcha.
Hasta la próxima. Saludos: El texto es de Lola y las “morcillas” de Pilar. (…No hay de qué)
Y las fotos de nuestros reporteros gráficos Jesús, y Arsenio cuyo tandem es la Agencia Mágnum de nuestras escapadas.