LO QUE NOS TEMIAMOS, ES SÓLO UNA OPERACIÓN DE PUBLICIDAD
El nuevo servicio solo arregló dos de cada diez desperfectos denunciados – Más de 1.500 avisos no reunían los requisitos para considerarse urgentes.
El servicio de reparación urgente de desperfectos en la calle (Madrid Avisa), con el que el Ayuntamiento se comprometió a arreglar las averías de la vía pública en menos de 72 horas, ya ha cumplido un mes. Balance: Solo se solucionaron el 18% de las 1.927 incidencias que denunciaron los vecinos de los cuatro distritos en los que se ha puesto en marcha el operativo (Carabanchel, Usera, Villaverde y Latina). El resto de las averías -un 82%- siguen como estaban y dependerán del lento proceso de reparación habitual. “Los técnicos no las calificaron como urgentes”, según una portavoz.
Desde que el pasado 6 de octubre el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, anunció que gastaría 1,2 millones de euros en el nuevo servicio -ya prometido en su campaña de 2007- el teléfono de atención al ciudadano (010) recibió más de 6.200 llamadas de vecinos que reclamaban la reparación de sus calles. Solo 2.413 se tuvieron en cuenta: las que se recibieron desde los cuatro distritos donde funciona el servicio.
Y esta no era la única condición. Para que los técnicos corriesen a solucionar en 72 horas los desperfectos de aceras, alumbrado y bocas de riego en estas zonas, estos debían cumplir una serie de requisitos que los convirtiesen en “urgentes” y peligrosos.
Los daños en las aceras y calzadas tienen que ser superficiales y el socavón en cuestión debe ser menor de tres metros cuadrados, además de considerarse peligroso. Los desperfectos en las bocas de riego solo se reparan cuando hay fugas de agua o tienen las tapas rotas, y las farolas, si están apagadas o con los cables a la vista.
Con estas condiciones, solo se repararon 341 averías de las 1.927 reclamaciones que se consideraron válidas (486 fueron quejas duplicadas). Eso si, “en un plazo de 72 horas”, afirma una portavoz.
La asociación vecinal La Unión, en la colonia de los Almendrales (Usera), es una de las pocas afortunadas. Tras años de reclamaciones escritas para acabar con los socavones de su barrio, probaron con el nuevo sistema. Un éxito. Dos baches reclamados, dos baches reparados. Aunque aseguran que la obra se acometió en un plazo aproximado de 10 días.
Muchas otras averías no superaron la criba. “Hemos pedido arreglos para cuatro baches y no han arreglado ni uno. Ni siquiera nos han dado una respuesta para que sepamos por qué”, se queja un miembro de la asociación de Carabanchel Norte, José Antonio Avilés. “A nosotros si nos han respondido. Para decirnos que nuestros baches, de los que llevamos dando aviso toda la vida, no se ajustan a las medidas”, se indigna el presidente de la asociación de vecinos de Orcasur, Antonio Merchán, también en Usera. Merchán no entiende para qué se anunció el servicio “a bombo y platillo” si su eficacia es así de baja. “¿Solo el 18%?”, se sorprende. “Mira, la culpa de esto ya no es de la crisis”, zanja el vecino, “es del alcalde”.
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