La nueva ordenanza de movilidad permite al ciclista circular por mitad del carril. El límite en vías urbanas con ciclistas será de 30 kilómetros por hora.
Los ciclistas madrileños tendrán más derechos (y también más deberes) en la nueva ordenanza municipal de movilidad que prepara el Ayuntamiento de Madrid. Las bicis podrán ocupar el centro del carril y los coches tendrán que circular más despacio cuando haya bicicletas delante. Los ciclistas también tendrán posibilidad de paso, con limitaciones, por zonas peatonales y reservadas a los autobuses urbanos y a los taxis.
El borrador de la ordenanza, a cuyo contenido ha tenido acceso EL PAÍS, convierte la bicicleta en protagonista. El texto que ha elaborado el equipo del concejal de Movilidad, Pedro Calvo, incluirá cuatro nuevos artículos que regulan el uso ciclista de las vías y le facilitan el paso. El Ayuntamiento, que pidió más competencias en el Congreso de los Diputados para regular el uso de las bicis, quiere darle un empujón para multiplicar su presencia en las calles de la ciudad. Cada día se producen unos 45.000 desplazamientos diarios en bicicleta (un 0,6% del total, según las últimas estimaciones municipales). El objetivo es llegar al 3% en 2016.
Una de las novedades principales del nuevo texto, que los colectivos ciclistas reclaman desde hace años para mejorar su seguridad, es que las bicicletas tendrán la posibilidad de circular por la mitad de la vía. Podrán ocupar el centro del carril en las calzadas de un solo carril por sentido de circulación. Y cuando haya más de un carril deberán tomar el de la derecha, aunque también circular por el centro.
Al poder transitar por el centro se convierten en dueños de la calzada, que hasta ahora han copado los coches. Eso sí, como el resto de vehículos, estarán obligados a respetar todas las prioridades de paso de las vías y comportarse como un vehículo más. En el fondo eso es también la filosofía que reclaman colectivos como Pedalibre o movimientos ciudadanos como BiciCrítica, que el último jueves de cada mes convocan a los ciclistas a un paseo por el centro de Madrid en el que paran al resto de vehículos.Otra novedad: la velocidad de circulación la marcarán los ciclistas. Si el conductor de un coche transita por una vía en la que hay una o más bicicletas, estará obligado a adaptarse a la velocidad de éstas, es decir, más despacio. El límite máximo será de 30 kilómetros por hora.
La ordenanza también detalla cómo hay que adelantar a las bicicletas, otro de los asuntos que sus usuarios habituales pedían a gritos, porque consideran que es muy peligroso moverse por las calles madrileñas cuando los coches te sobrepasan a menos de un metro. Cuando la normativa entre en vigor, ya no podrán hacerlo más.
Los conductores de vehículos de motor tendrán que cambiar de carril, exactamente igual que cuando un coche adelanta a otro. Y si llevan delante una bicicleta, deberán mantener una distancia de cinco metros como mínimo.
Los elementos necesarios para circular en bicicleta también quedarán regulados. Todas tendrán que llevar timbre. Durante la noche, deberán ser visibles con una luz de posición delantera y otra trasera y luces reflectantes (catadióptricos) traseras y en los radios de las ruedas.
Los ciclistas no podrán llevar acompañante, es decir, no podrá circular más de una persona por vehículo. Hay dos excepciones: las bicicletas tándem y las equipadas con sillitas para niños, que sólo podrán usar menores de siete años de edad, los únicos obligados a llevar casco.
Otra vieja demanda ciclista era poder transitar por los carriles para el transporte público y por las zonas peatonales. Podrán hacerlo, pero con limitaciones. En carriles-bus y en los reservados para motocicletas circularán de manera excepcional, sólo si no existe una alternativa mejor. El permiso de paso estará señalizado en estos carriles, que deberán tener un ancho mínimo de cuatro metros y medio (ahora los hay de tres) para que puedan pasar las bicis que, en este caso sí, se deberán acercar el máximo posible a la derecha de la vía. Otro detalle: si hay más de una bici en el carril, no podrán ir en paralelo, sino una detrás de otra.
Los ciclistas habían pedido al Ayuntamiento (Pedalibre les envió una propuesta de ordenanza) que les dejaran pasar por zonas peatonales para evitar peligros o grandes rodeos. Lo podrán hacer, pero sólo por las que estén señalizadas. Si la calle está muy concurrida y no pueden guardar una distancia mínima de un metro con los peatones, tendrán que bajarse y caminar junto a su bicicleta. En las aceras-bici (con un carril dibujado) el peatón tiene prioridad para circular y para atravesarla. Asociaciones y colectivos podrán presentar alegaciones aproximadamente en un mes, después de que el documento lo apruebe la junta de gobierno local.
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