El Ayuntamiento de Madrid tiene vencimientos pendientes hasta 2036.
A final de 2011 deberá aún 6.348 millones de euros, un tercio de ello por la M-30.
En los últimos ocho años, el Ayuntamiento de Madrid ha escondido parte de la M-30 bajo tierra, ha rodeado el Manzanares de jardines y zonas de recreo y ha remodelado las principales arterias de la capital. Toda esa actividad frenética para cambiar la ciudad no ha salido gratis, sino que se ha hecho a costa de hipotecar a la siguiente generación de madrileños. La deuda municipal actual (en su mayor parte, generada en los mandatos de Gallardón) se estará pagando durante los próximos 25 años: el último vencimiento de los préstamos solicitados o de las emisiones de deuda pública del Consistorio está previsto en junio de 2036, según datos del área municipal de Hacienda.
La deuda viva del Ayuntamiento ascendía a 6.819 millones de euros al finalizar el primer semestre de 2011, según los últimos datos oficiales del Banco de España. El Consistorio prevé llegar al 31 de diciembre con un endeudamiento de 6.347,64 millones. En 2012 esperan seguir reduciendo las cuentas pendientes, para finalizar el año en 5.624 millones.
Entre 2003 y 2009, Gallardón acometió obras públicas de gran envergadura, que fueron financiadas pidiendo préstamos a los bancos. Para construir los túneles de la M-30 se llegaron a solicitar créditos por valor de 2.500 millones de euros. La ejecución de estas inversiones sin disponer de recursos propios llegó a multiplicar la deuda por cinco, hasta alcanzar el pico de 7.364 millones en septiembre de 2009.
Entre 2003 y 2009, Gallardón acometió obras públicas de gran envergadura Actualmente, un tercio del endeudamiento municipal (un 34,6%) corresponde a la empresa mixta Madrid Calle 30, la sociedad que se creó para ejecutar la obra de la M-30 y que ahora se encarga del mantenimiento del vial. Los dos tercios restantes están relacionados con otras inversiones en infraestructuras y con el funcionamiento cotidiano de la administración municipal (sobre todo, préstamos para pagar a proveedores, como el solicitado al ICO).
La deuda ordinaria del Ayuntamiento quedará saldada en 2023, según el calendario de amortizaciones (plazos de pago) previsto por Hacienda. Después de ese año, continuarán pagando el dinero que deben por la M-30 hasta 2030. El Consistorio no tiene amortizaciones pendientes entre 2031 y 2035, pero en 2036 tendrá que desembolsar el último vencimiento, correspondiente a una emisión realizada en 2006 para sufragar inversiones en infraestructuras.
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