Sábado 6 de mayo a las 12h.
Tenemos una cita en la plaza de Canalejas.
Nos manifestamos para reclamar que Madrid no se vende, que Madrid es de todas, que esta ciudad que habitamos no pertenece a las grandes empresas, ni a la clase política, sino que pertenece a quien la vive, quien la siente y quien la defiende. Esas personas que se levantan y nos levantamos cada mañana, queriéndonos vivas, queriendo un Madrid de acogida y respeto pero también de derechos. No podemos ni vamos a permitir la apatía ni el desencanto. Seguimos indignadas con la privatización de la vida que nos hace gritar que no somos mercancía en manos de los mercados y que, hasta el fin, exigimos democracia. Por eso, volvemos a salir a la calle.
Somos personas que venimos de los movimientos vecinales, de los espacios sociales recuperados, del movimiento ecologista, de los feminismos y de la lucha contra las fronteras que nos cruzan. Somos quienes usan y defienden la educación y la sanidad públicas y universales, quienes salvaron el Canal de Isabel II de su privatización, quienes reclaman barrios para sus vecinas. Somos las que acabamos de llegar a la ciudad y las que llevamos aquí cien años. Las que cuidan la ciudad y las que reclaman cuidados. Somos las que construyen la ciudad entre sonrisas y apoyo mutuo a pesar de las grúas, los ladrillos y la contaminación del aire.
Cada día sabemos más de cómo se ha producido el expolio de aquello que nos pertenece a todos y a todas. Ayer fue el ex-presidente Ignacio González, antes de ayer, los mandos intermedios de la Púnica. Mañana será otra la imputada. No son casos aislados, son los enriquecidos a costa de la gente de Madrid.
No se trata sólo de la corrupción, sino de un programa para la privatización y mercantilización de la vida, con la que se nos despoja del derecho a vivir la ciudad. Se trata de especular con nuestro suelo, de permitir que los que más tienen se beneficien de políticas fiscales a medida, de bloquear nuestro futuro mediante deudas ilegítimas que revierten en el beneficio de los menos y sirven de pretexto para deteriorar la educación, la sanidad o las políticas contra la violencia machista que deben construir nuestra futura convivencia. Madrid se mueve para que la ciudad no sea sólo de los coches sino también de las bicicletas, de quienes pasean y de quienes priorizan el transporte público o colectivo.
Salimos para decir que Madrid no pertenece a Cristina Cifuentes ni a Cristóbal Montoro. Que Madrid no es el patio trasero de Villar Mir ni de Florentino Pérez. Salimos para decir que el cambio que necesita la ciudad sólo será cambio si se produce en la calle, sólo será cambio cuando la participación no sea puro márketing. Sólo será cambio cuando nos incluya a todas.
Por eso la cita es el sábado 6 de mayo a las 12h, por eso la cita es en la Plaza de Canalejas ( Sevilla), otro de tantos lugares que se están vendiendo en nuestro Madrid. Salimos porque no hay tiempo para el desencanto, ni para complicidades con quienes están vendiendo la ciudad. Nuestras vidas no se venden y Madrid no está en venta. Salimos para volver a decir que Madrid es de todas y por esa ciudad que queremos, defenderemos la alegría.