El pasado 3 de Diciembre se dio un paso de gigante hacia la privatización del agua de Madrid. En la reunión del Consejo de Dirección que tuvo lugar ese día, se aprobó emitir bonos por valor de 500 millones de euros, ampliables a 1.000 en una posible segunda fase. Si serán 500 o 1.000, o lo que quieran, o si serán convertibles o no en acciones, lo decidirá unos hombres del PP que, a partir de ahora, cobrará 600 euros cada vez que se sienten a decidirlo. Por otro lado, el mismo día 3, también se decidió ahondar en la ruina programada de la empresa, repartiendo dividendos por valor de 131 millones de euros entre la Comunidad de Madrid y los Ayuntamientos. Aquellos que votaron en contra de las ‘propuestas del PP’, dos del PSOE y dos de IU, siguiendo con la estrategia de presión que les concede la mayoría absoluta, seguramente no recibirán su parte líquida.
Desde la Plataforma en Contra de la Privatización del Canal de Isabel II y el 15M , ya con las fuerzas bastante mermadas, lanzamos una llamada de alerta ante el peligro que suponía esta operación y la poca transparencia que había caracterizado al proceso. Peligro porque si esos bonos fueran convertibles en acciones ya la privatización sería efectiva. Y poco transparente, porque además de que es una maniobra privatizadora encubierta, no se facilitó ningún tipo de información a nadie hasta la víspera de la reunión.
Dirigimos la campaña a los medios de comunicación y a la movilización ciudadana. El día 30, unas 400 personas en la Puerta del Sol expresaban su rechazo, una vez más, a la privatización de la gestión del agua de Madrid. El 3 de Diciembre, día laborable y por la mañana, unas 300 personas de unos cincuenta años de media, se congregaban, cantando canciones de protesta, a las puertas del Canal de Isabel II. (ahora Canal Gestión S.A)
Y claro que se calentó. Los guardias empezaron identificando a las primeras personas que llegaron, a pesar de que la concentración estaba comunicada a Delegación de Gobierno. Y cerca de las 12.50, 10 minutos antes de que empezara la reunión, arrestaron a un chaval. Un trabajador del Canal. Uno de los pocos jóvenes, entre tanto mayor. El único al que se podía arrestar. Se le llevaron y después de unas horas, a las 7 de la tarde, le dejaron en libertad con cargos: resistencia a la autoridad y agresiones.
Paralelamente, el día 3, un grupo de personas colocaba una pancarta entre dos semáforos, para visibilizar esa privatización encubierta del Canal. La pancarta decía ‘Nos privatizan el agua. Disculpen las molestias’. Y las personas que estaban allí dadas de la mano, gritaban ‘el agua no se vende, se defiende’ y ‘el agua es un derecho y no una mercancía’. En seguida llegaba un guardia y, previa identificación de tres personas disolvía la acción.
Veremos en qué se traducen esas identificaciones y ese proceso ya abierto. Mientras tanto seguimos nuestro camino. Promocionando nuestro libro ‘Más claro agua’, editado por Traficantes de Sueños. Dando charlas, explicando lo que están haciendo con el Canal de Isabel II, allá hasta donde lleguemos. Promocionando también entre todo el mundo, asociaciones, colectivos, coaliciones ciudadanas y partidos políticos, nuestra Propuesta de acuerdo por la gestión pública del agua en Madrid, para que esto que estamos viviendo no se vuelva a repetir. Para que, entre todas, podamos gestionar el agua como si fuera nuestro bien común más preciado. Para que sentemos las bases de una gestión participativa del agua de Madrid. Seguiremos diciendo que el agua es un Derecho Humano, porque así lo considera Naciones Unidas y la Comisión Europea, gracias a la presión ciudadana organizada a nivel europeo.
Y ya veremos cómo hacemos todo eso, sin morir en el intento, ahora que nuestras fuerzas se han mermado aún más. Cuando hoy, 6 de diciembre, ha muerto nuestro compañero Ladislao Martínez. Era un hombre con tesón. Y la lucha por el agua pública habría sido y será otra sin él. Echaremos de menos su constancia. Y su humanidad. Desde aquí le despedimos repitiendo las palabras de Ecologistas en Acción: ‘que la tierra te sea leve, compañero’.
¡ANTES DE QUE LES ECHEMOS NOS QUIEREN ROBAR EL CANAL!
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