La crisis económica ha roto muchos esquemas y está provocando cambios profundos en la sociedad y en las conciencias. Quién más se resiste a cambiar nada son los dirigentes del PP tanto en la Comunidad de Madrid como en el Ayuntamiento. Ana Botella quería las Olimpiadas como si siguiéramos en pleno auge económico. Pero probablemente, si hoy se planteara la obra de la M-30, tendríamos un Gamonal en Madrid.
¿Qué proyecto de ciudad nos ofrece hoy el PP?
Tras el fracaso de las Olimpiadas, ¿qué reto nos plantea la alcaldesa? ¿Cuál es su prioridad?
SOLO UNA: PAGAR LA DEUDA… A COSTA DE RECORTAR, Y VOLVER A RECORTAR, EL GASTO SOCIAL.
En tres años, 2012-13-14, el pago de la deuda ha absorbido 3.115 millones de euros. Tres años en que la deuda ha chupado 1 de cada 4 euros.
Si contáramos desde el 2008, la cifra se dispara hasta los 6.125 mill. euros.
Prácticamente todo el ingreso del IBI se va a pagar deuda.
¿Y qué pasa con el gasto social?
Para 2014 está congelado y respecto a 2010 se ha reducido en un 21,4%.
En ese periodo el capítulo de Familia y Servicios sociales han pasado de 260 mill. a 205. Hay que tener en cuenta que en este apartado es donde están las Escuelas Infantiles, las Escuelas de Música, las becas comedor, la participación Ciudadana, las políticas de igualdad de género…
Pero es que todo el gasto social no llega a los 500 millones eu.
Si comparamos, el Gasto social es la mitad que el gasto financiero.
Y peor ha sido lo ocurrido con los equipamientos sociales. La inversión prácticamente ha desaparecido.
De 2008 a 2014 desciende un 83,23%. De 800 mill. en 2008 a 126 en 2013.
Esto ha tenido consecuencias en la paralización completa de nuevos equipamientos en los barrios.
Hace cuatro años, según un informe del grupo municipal de IU, había un déficit dotacional de 700 instalaciones en la cuidad (sólo contando Escuelas Infantiles públicas, Polideportivos municipales, Bibliotecas, Centros de Mayores, Centros de Día y Centros culturales). Esto ha variado poco.
Su construcción supondría 2.487 mill. eu.
Si volvemos a comparar, lo destinado a el pago de la Deuda en 2012-13-14 que fueron 3.115 mill. eu., mientras que solucionar déficit equipamientos se podría haber hecho por 2.487, se ve claramente cuál ha sido la elección política que ha hecho el PP.
Hay que ver la magnitud social de la deuda más allá de su magnitud meramente económica porque, además, afecta fundamentalmente a los barrios periféricos (geográfica, social y económicamente hablando).
Porque, además, hay que preguntarse si todos estos recortes se están haciendo en servicios que eran perfectos.
Y la respuesta es clara: Ni mucho menos. Se hacen en servicios que estaban en mínimos.
Por ejemplo, la Atención a Domicilio. Llega a 50.000 mayores 65 años. ¡SOLO UN 8%, cuando Madrid Salud ha dejado claro que el 20% de los hogares tiene alguien con más de 65 años que necesita dedicación especial! Y esto es de lo que menos se ha recortado porque lo consideran su vivero de votos.
A todos los recortes en el Presupuesto se suman los recortes encubiertos, no reconocidos ni explicados.
Son los presupuestos no gastados, el último ejemplo con datos definitivos lo tenemos en las liquidación de cuentas del Ayuntamiento de 2012,
El conjunto del Ayuntamiento de Madrid no gastó 493 mill. euros del presupuesto inicialmente aprobado. Esto supone el 10%. Sólo con este dinero se podría haber doblado el gasto social de toda la ciudad.
En los Distritos se dejaron de gastar 71,7 mill. euros. ¡ESO PODRÍAN HABER SIDO 24 ESCUELAS INFANTILES! Hay distritos, como Carabanchel, en los que no se gastaron 6 millones del presupuesto definitivo.
Esto significa que el recorte real del gasto social en Madrid es bastante mayor de lo que reflejan los presupuestos.
Y esto es muy grave en una ciudad en la que el gasto social es escasamente el 10% de todo el presupuesto municipal.
Todo esto tiene consecuencias terribles sobre los vecinos y vecinas de los barrios obreros.
- Se está echando a las familias de las Escuelas Infantiles públicas que no pueden pagar el aumento de las cuotas. (Hasta el 160%).
- Se duplican las cuotas de las Escuelas de Música.
- No se construye vivienda social, siguen los desahucios y una cuarta parte de las viviendas de la EMV están vacías. (De un total de 4.708 viviendas –tras vender 1.857– 1.257 están sin inquilinos).
- Se implanta el copago en Teleasistencia.
- Se incrementan tarifas de polideportivos, transporte, talleres culturales… e impuestos (IBI, Vados…).
- No hay dinero para aplicar la Ley de Dependencia pero sí para pagar un cuerpo policial antidisturbios municipal. (Y luego se quejan de competencias “impropias”).
- En vez de crear 150.000 puestos de trabajo como prometió Gallardón en la última campaña electoral, el Ayuntamiento (y la CM) han destruido miles de empleos y la Botella quiere “amortizar” otros 10.000 empleos municipales entre 2014-16.
Y esta realidad es lo que explica que esté reapareciendo lo local como espacio vital de reivindicación, de lucha.
Gamonal es un ejemplo pero no el único. La unidad que se está observando entre vecinos y trabajadores en alguna de las luchas recientes es un fenómeno que no se daba hace mucho tiempo y que se extenderá inevitablemente.
La lucha en defensa de los servicios públicos empieza a cosechar sus primeros éxitos: Gamonal, Sanidad-Hospitales, huelga de la limpieza y jardines…
Pero no basta con resistir. Su proyecto de ciudad –grandes obras, centralismo a ultranza, ausencia total de verdaderos cauces de participación vecinal y ciudadana, despidos, privatizaciones, Juntas municipales huecas de contenido, recursos y democracia,…– relega a los barrios al olvido y a una inercia destructiva.
Nosotros tenemos que proponer y levantar otro proyecto de ciudad que se base en la descentralización democrática, en construir los equipamientos sociales necesarios, en la remunicipalización de los servicios públicos, en el fomento de una participación real democrática, en unas Juntas que sean verdaderos Ayuntamientos elegidas directamente por los vecinos y vecinas, en la readmisión de todos los trabajadores municipales (y autonómicos) despedidos…
La prioridad tiene que ser la mejora de las condiciones de los barrios de la clase trabajadora y no la deuda. Y hoy, la única manera de poder volcar el presupuesto municipal hacia el gasto social es decretar una moratoria de la deuda liberando los recursos necesarios, hoy secuestrados por la banca.
Pero nada de eso se va hacer desde el Palacio de Cibeles si no lo exigimos desde los barrios. Y si no luchamos por ello.
No llevan una política equivocada; es su política. Van a querer seguir con sus grandes obras, directa o indirectamente (Bernabeu 400 mill.), van a seguir con la gestión privada de los servicios públicos básicos (limpieza, jardinería, alumbrado…); van a querer privatizar otros como fuente de negocio (Jardines históricos, Funeraria, EMT) o incluso mercantilizar algo tan altruista como la donación de sangre (aunque no sea responsabilidad directa municipal); Van, en definitiva, a seguir gobernando para los suyos; grandes constructoras, grandes empresas y la banca.
Por todo ello tenemos que plantearnos la lucha para recuperar la cuidad desde los barrios. Es un gran reto, pero merece la pena.
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