El 28 de Septiembre por la mañana, dos pescadores, Fahmy Saleh Abu Ryash de 23 años y su hermano Yosif Saleh Abu Ryash de 19, estaban pescando con red desde la orilla cerca de la playa de Beit Lahia en la zona noroeste de la Franja de Gaza. Desde hace un año no tienen bote de pesca debido a que fue confiscado por la armada israelí en un abordaje mientras pescaban a pocos metros de la costa. A las 10 y cuarto, una unidad militar de ocupación israelí accedió al lado palestino de la costa y comenzó a disparar contra ellos. Yousif resultó herido en el brazo izquierdo y Fahmy en su pierna izquierda por una bala dum-dum que destruyó su zona pélvica por completo. Se trata de un tipo de bala expansiva cuyo uso está prohibido por la Convención de Ginebra. Fahmy fue operado en el hospital Kamal Udwan en el campo de refugiados de Jabalia pero no pudieron detenerle la hemorragia y permaneció en situación crítica en la unidad de cuidados intensivos.
Según lo establecido en 1994 en el marco de los Acuerdos de Oslo por la Organización para la Liberación de Palestina e Israel, los pescadores palestinos están legalmente autorizados a adentrarse hasta 20 millas náuticas en las aguas frente a la franja de Gaza. Las autoridades militares israelíes redujeron esa área a 12 millas coincidiendo con la retirada unilateral de Israel de la Franja de Gaza en 2005. El bloqueo al que está sometida la franja desde la victoria en las elecciones de Hamas, en el 2006, redujo esta distancia a 6 millas. Desde la “Operación Plomo Fundido” en diciembre de 2008, el límite está fijado en 3 millas. Actualmente Israel ataca con fuego real no sólo por debajo de esas 3 miserables millas sino que lo hace en la misma línea de costa como hemos visto esta mañana y en otras diversas ocasiones.
Fahmy es jugador del equipo nacional de futbol palestino, compañero de Mahmoud Sarsak, el futbolista palestino que mantuvo una huelga de hambre de 3 meses mientras estaba cautivo sin juicio en una carcel israelí.
Sarsak recibió esa semana una invitación del FC Barcelona para acudir al clásico Barcelona – Madrid del próximo 7 de Octubre en el Camp Nou.
Dicha invitación proviene de un intento normalizador por parte de la directiva barcelonista en respuesta a la presión ejercida por numerosos colectivos contra la presencia en el clásico del sargento israelí Gilad Shalit, acérrimo hincha culé. Sarsak ha rechazado la invitación del FC Barcelona para no coincidir en el campo con el soldado porque según sus palabras “no hay igualdad entre víctimas y verdugos”, lo que no ha hecho el embajador palestino en España, que ha mostrado su intención de acudir.
Fahmy Saleh falleció esa misma noche. Estaba casado y tenía un hijo de 1 año.
Unas horas después de su fallecimiento, recibí la llamada de dos compañeros internacionales que realizan labores solidarias en Gaza: “hemos ido al hospital para mostrarle nuestro apoyo. Queríamos donar sangre para ayudarle pero los médicos nos han dicho que era en vano, no podían cortarle la hemorragia”.
Fahmy es un nombre más en la lista de asesinatos impunes de Israel.
Me han enviado estas 2 fotos de Fahmy, jugando al fútbol con su uniforme color rojo y en la camilla del hospital mientras era atendido.
Lamento comunicarles, estimados señores de la directiva del FC Barcelona, estimada señora Pilar Rahola, que a él no podrán invitarlo al Camp Nou, que a él no podrán “acompañarlo a la tribuna e introducirlo en la historia del club y del país”. Lamento comunicarles, que por más que se empeñen, no podrán fingir equidistancia entre ocupantes y ocupados, entre agresores y agredidos. No podrán fingir que no se posicionan en el conflicto ya que su pretendida imparcialidad les posiciona del lado de la injusticia.
Sarsak no será el único que no irá al Camp Nou, Fahmy Saleh ya nunca lo hará.
Por Marta Pérez.
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