En relación a la noticia publicada a día de 19 de abril de 2010 en diversos medios de comunicación, que llevaba por título “Los repartidores evitan entrar a Villaverde Alto por temor a los atracos”, se han recibido varias cartas de vecinos expresando su indignación ante el tema (se insertan en comentarios).
Queremos dar a conocer a las vecinas y vecinos del barrio que el supuesto periodista, hace un tiempo, solicitó una entrevista a la Asociación que se la negó al entender (tras la conversación efectuada) el sesgo que pretendía dar a la información ya que solo quería mostrar carnaza. No entendemos de donde sale este empeño “periodístico” en mostrar el barrio de Villaverde, de manera recurrente en los medios, como la escoria de la ciudad de Madrid. En ningún caso se acercan a ver el deterioro que sufre el barrio por la inoperancia de los políticos que nos gobiernan.
Nosotros, como Asociación Vecinal La Incolora, de Villaverde Alto, queremos también expresar nuestra valoración de dicha noticia que es la siguiente (escueta, por cuanto la burda elaboración de tal noticia, no merece gastar más tiempo en ella, y menos para explicar lo obvio):
– Falta de profesionalidad.
– Falta de veracidad.
– Falta de contraste de la fuente.
Por ello exigimos que se proceda a su rectificación.
Atentamente, La Junta Directiva de la Asociación Vecinal La Incolora.
Redactor dice
“Vecinos de Las Torres, en Villaverde Alto, denuncian la inseguridad de su zona”
Villaverde Alto no es un gueto
El pasado 18 de abril la agencia Europa Press publicaba un artículo, recogido luego por ‘20 minutos’ , ‘El Mundo’ y otros medios, en el que se asimilaba Villaverde Alto a barrio marginal dominado por bandas y donde vivir era prácticamente una “heroicidad” si se es honrado, claro. El titular, sin desperdicio, “Empresas de reparto no llegan a Villaverde Alto por ser un barrio inseguro”
Así, el redactor de Europa Press explica que repartidores y taxistas procuran no entrar en nuestro barrio debido a los altos índices de inseguridad existentes. Otra perla es que los vecinos de determinadas calles de Villaverde quedan con los repartidores en la plaza del Ayuntamiento (interpreto que será la Plaza Mayor o frente a la Junta) “ya que enfrente está situada una comisaría” y ahí sí reparten. (¿comisaría? ¿dónde? ¿Viven por un casual esos traviesos vecinos en Las Torres?).
Un hecho puntual, el problema de Las Torres, se lleva al extremo ya que es más fácil decir que Villaverde Alto es el problema y no algunos indeseables que viven en cierta zona del barrio. Aquí podemos ver como un titular sí que puede tergiversar una información. Si quieren ser correctos que digan “Vecinos de Las Torres, en Villaverde Alto, denuncian que hay inseguridad”. Pero no, lo fácil es lanzar la bola en el titular y luego recoger velas, si quieren (que no siempre lo hacen).
Más perlas del artículo de Europa Press: “Los taxis son otro de los servicios con problemas. Según relataron otros vecinos consultados algunos taxistas se niegan a llevarles por la noche porque han sufrido algún atraco o, lo que es más común, se marchan del taxi sin pagar”.
Parece que en vez de residir en un barrio con gente hornada y trabajadora vivimos en una zona sin ley. Villaverde Alto y delincuencia es lo mismo para algunos. Mi mujer y yo no es que cojamos mucho el taxi pero hasta la fecha nadie me ha dicho que no me lleva al barrio. Tal vez piensen que no somos lo suficiente echados pa lante para atracarles o que si salimos corriendo, nos pillan. Váyase usted a saber.
No sería de extrañar, si algún taxista ve esto, que lo verá, que a partir de ahora se nieguen a llevarnos por la noche a casa “por si salimos corriendo sin pagar o le atracamos” o que cuando digas que vives en Villaverde Alto en las empresas no quieran contratarte por ser un barrio ‘chungo’. Tal vez la caja fuerte peligre dado que eres de Villaverde Alto y “ahí, ya se sabe, sólo residen ladrones y gente de mal vivir”.
Yo, al menos estoy harto de que sólo salga Villaverde Alto para decir que somos “lo peor de lo peor de Madrid” y que digan, como afirma ’20 minutos’ que las peleas entre bandas latinas están a la orden del día. A partir de ahora tendré que decir que soy de Carabanchel, Vallecas o San Blas que parecen que son barrios “chulos”.
Creo que deberíamos escribir, todos, a ‘Europa Press’ (comunidaddemadrid@europapress) y a ‘20 minutos’ (zona20@20minutos) para expresar nuestro malestar con la equiparación entre Villaverde Alto y delincuencia.
Es verdad que en nuestro barrio hay chorizos (por cierto a mí sólo me han atracado una vez y fue en la Puerta del Sol) pero equiparar a todos los habitantes de un barrio a los actos que llevan a cabo algunos me parece una barbaridad, sobre todo porque ladrones hay también en el Barrio de Salamanca o en el Distrito Centro y seguro que también a las puertas de la Agencia Europa Press y no por eso se dice que todos los que viven y trabajan allí son ladrones y gente ‘chunga’.
Creo que mejor podrían haber dicho que Villaverde Alto tiene un único parque (el de Plata y Castañar) que se está muriendo, un mercado que agoniza, unos comercios tradicionales que se ven incapaces de tirar hacia delante por la presión de las grandes superficies o que la policía sólo viene al barrio cuando busca a alguien. Pero lo que sale, y vende, son las declaraciones de un tal Mario, que afirma vivir en Villaverde Alto, en las que casi viene a decir que somos un gueto.
Respecto a esto último, hace un montón de tiempo que no veo patrullas de los nacionales y a los municipales los veo en el Paseo, de paseo (el último que pude ver salió del coche patrulla para recoger un móvil en la tienda de Vodafone que está al lado de la tortuga y luego se largó) y las reformas se centran en hacer un nuevo apeadero en frente de otro que llevaba sólo dos años inaugurado y que funcionaba de maravilla.
Me gustaría que este periódico fuera el altavoz de las justas demandas de unos vecinos que desean y esperan que nuestro alcalde (aunque parezca mentira también es nuestro) se ocupe un poco más de nuestro barrio y que un día salgamos en los periódicos no por que a alguien se le ha ocurrido decir que “en Villaverde Alto el robar es una práctica habitual para la mayoría de los vecinos” sino por que han inaugurado unas nuevas instalaciones, por que somos el barrio con menor incidencia en el fracaso escolar o por que nuestro instituto está a la cabeza de toda la Comunidad en motivación y enseñanza.
Atentamente
JJ M.
Redactor dice
Estimados señores
En relación con su información publicada en el diario 20 minutos el 19 de abril de 2010 sobre el Barrio de Villaverde Alto, quiero manifestar mi más completo desacuerdo con las opiniones vertidas en la misma que suponen una total ignorancia sobre la vida en este barrio, así como una opinión que, desde la ignorancia, pretende desacreditar la vida de los vecinos en Villaverde Alto, como si del Bronx se tratara.
Llevo viviendo 50 años en Villaverde Alto y lo que se refleja en la noticia, no se corresponde en absoluto con la realidad. Lo que la noticia transmite es un absoluto desconocimiento tanto de la ubicación de lugares a los que hace referencia (¿Dónde está esa Comisaría de la que habla? ¿Qué repartidores son los que sólo entran a la Plaza Mayor que el autor de la noticia sitúa enfrente de la inexistente Comisaría?), como de la vida que se vive diariamente en el barrio. En una palabra, la persona que la ha escrito no ha puesto los pies en su vida en Villaverde Alto.
Jamás he tenido ningún problema para que me lleven una pizza a casa o para que un taxista me lleve hasta el barrio aún a altas horas de la madrugada y, por otra parte, no he presenciado nunca peleas de bandas latinas en las calles.
Por otra parte se transmite la idea de que todos los que habitamos el barrio somos poco menos que delincuentes comunes, cuando la mayoría de nosotros somos personas normales que trabajamos como en cualquier otro barrio de la ciudad.
Creo que noticias como ésta carentes de la más mínima documentación, sólo responden a la intención de destrozar la imagen de un barrio cuyos problemas, que no se diferencian gran cosa de los existentes en otras zonas de Madrid, se deben en gran parte al abandono por parte de las administraciones en lo que se refiere a zonas verdes, atención a la tercera edad y vigilancia en las calles (entre otros).
Es innegable que existen problemas, entre ellos, la prostitución en el polígono industrial de Marconi, situado en la zona colindante con Getafe, mantenida por la dejadez del Ayuntamiento de Madrid que ha cerrado los ojos a este problema ante su desplazamiento desde la zona Centro a otras zonas que, como la nuestra, resultan más lejanas y, por tanto menos visibles, en lugar de intentar solucionarlo, con lo que se contribuye a la degradación y mala imagen general de la zona adyacente (Villaverde Alto, en este caso), y, que obliga a nuestros niños y adolescentes a convivir con un espectáculo nada edificante a poco que se vean obligados a desplazarse por el citado polígono.
Les rogaría que rectificasen la noticia publicada , no sin antes documentarse sobre la vida diaria en nuestro barrio y las personas que en él vivimos.
Atentamente,
A. Fernández
Redactor dice
CARTA A LOS LECTORES PUBLICADA EN 20Minutos.
Villaverde Alto, zona de alto riesgo.
Hoy me he dado cuenta de que vivo en una zona de alto riesgo.Vivo en Villaverde Alto y a mi barrio no van repartidores de pizza, ni de otras tiendas. Además, los villaverdinos vamos armados.
Dicho esto me gustaría saber quién ha sido el juntaletras que ha hecho semejante bodrio informativo, ya que a mi barrio sí van repartidores, el taxi acude cuando quiero y en la Plaza Mayor no hay ninguna comisaría (está en la Ciudad de los Ángeles).
Villaverde Alto nunca ha sido un foco de drogas, ni de miseria y las bandas latinas nunca se han peleado por las calles. Lo que pasa es que R. M. ha visto muchas películas de Chuck Norris y cree que el Bronx está en la zona sur de Madrid. Por cierto, a mí sólo me han atracado una vez y fue en la Puerta del Sol.
JJMP
Redactora dice
¿Quejas ante periódicos y agencias prestigiosas?
¿Por qué irrumpimos con quejas en periódicos que han publicado estos días noticias sobre inseguridad en Villaverde?:
Nosotros somos movimientos sociales que buscan, muestran y exigen la verdad, frente a las “mentiras” oficiales de la “prensa rápida”. Nuestra pretensión es lograr desenmascararlas.
AAD dice
Ultimamente vemos como se ceban en los medios con nuestro barrio y por tanto con nuestras gentes. Dedico este texto, realmente interesente, a los periodistas mediocres, fatalistas y AMARILLISTAS. Para que escriban apoyados en una teoría pues sino da fiabilidad es muy limitada
LA TEORÍA DE LAS VENTANAS ROTAS.
En 1969, en la Universidad de Stanford (EE.UU.), el Prof. Phillip Zimbardo realizó un experimento de psicología social. Dejó dos autos abandonados en la calle, dos autos idénticos, la misma marca, modelo y hasta color.. Uno lo dejó en el Bronx, por entonces una zona pobre y conflictiva de Nueva York y el otro en Palo Alto, una zona rica y tranquila de California. Dos autos idénticos abandonados, dos barrios con poblaciones muy diferentes y un equipo de especialistas en psicología social estudiando las conductas de la gente en cada sitio.
Resultó que el auto abandonado en el Bronx comenzó a ser vandalizado en pocas horas. Perdió las llantas, el motor, los espejos, el radio, etc. Todo lo aprovechable se lo llevaron, y lo que no lo destruyeron. En cambio el auto abandonado en Palo Alto se mantuvo intacto…
Es común atribuir a la pobreza las causas del delito. Atribución en la que coinciden las posiciones ideológicas más conservadoras, (de derecha y de izquierda). Sin embargo, el experimento en cuestión no finalizó ahí, cuando el auto abandonado en el Bronx ya estaba deshecho y el de Palo Alto llevaba una semana impecable, los investigadores rompieron un vidrio del automóvil de Palo Alto.
El resultado fue que se desató el mismo proceso que en el Bronx, y el robo, la violencia y el vandalismo redujeron el vehículo al mismo estado que el del barrio pobre. ¿Por qué el vidrio roto en el auto abandonado en un vecindario supuestamente seguro es capaz de disparar todo un proceso delictivo?
No se trata de pobreza. Evidentemente es algo que tiene que ver con la psicología humana y con las relaciones sociales y tiene mucho su orígen en la familia. Un vidrio roto en un auto abandonado transmite una idea de deterioro, de desinterés, de despreocupación que va rompiendo códigos de convivencia, como de ausencia de ley, de normas, de reglas, como que vale todo. Cada nuevo ataque que sufre el auto reafirma y multiplica esa idea, hasta que la escalada de actos cada vez peores se vuelve incontenible, desembocando en una violencia irracional.
En experimentos posteriores (James Q. Wilson y George Kelling), desarrollaron la ‘teoría de las ventanas rotas’, misma que desde un punto de vista criminológico, concluye que el delito es mayor en las zonas donde el descuido, la suciedad, el desorden y el maltrato son mayores.
Si se rompe un vidrio de una ventana de un edificio y nadie lo repara, pronto estarán rotos todos los demás. Si una comunidad (incluye a la familia) exhibe signos de deterioro y esto parece no importarle a nadie, entonces allí se generará el delito. Si se cometen ‘pequeñas faltas’ (estacionarse en lugar prohibido, exceder el límite de velocidad o pasarse una luz roja) y las mismas no son sancionadas, entonces comenzarán faltas mayores y luego delitos cada vez más graves. Si se permiten actitudes violentas o irrespetuosas como algo normal en el desarrollo de los niños, el patrón de desarrollo será de mayor violencia cuando estas personas sean adultas.
Si los parques y otros espacios públicos deteriorados son progresivamente abandonados por la mayoría de la gente (que deja de salir de sus casas por temor a las pandillas), esos mismos espacios abandonados por la gente son progresivamente ocupados por los delincuentes.
La teoría de las ventanas rotas fue aplicada por primera vez a mediados de la década de los 80 en el metro de Nueva York, el cual se había convertido en el punto más peligroso de la ciudad. Se comenzó por combatir las pequeñas transgresiones: graffitis deteriorando el lugar, suciedad de las estaciones, ebriedad entre el público, evasiones del pago del pasaje, pequeños robos y desórdenes. Los resultados fueron evidentes. Comenzando por lo pequeño se logró hacer del metro un lugar seguro.
Posteriormente, en 1994, Rudolph Giuliani, alcalde de Nueva York, basado en la teoría de las ventanas rotas y en la experiencia del metro, impulsó una política de ‘tolerancia cero’. La estrategia consistía en crear comunidades limpias y ordenadas, no permitiendo transgresiones a la ley y a las normas de convivencia urbana.
El resultado práctico fue un enorme abatimiento de todos los índices criminales de la ciudad de Nueva York.
La expresión ‘tolerancia cero’ suena a una especie de solución autoritaria y represiva, pero su concepto principal es más bien la prevención y promoción de condiciones sociales de seguridad. No se trata de linchar al delincuente, ni de la prepotencia de la policía, de hecho, respecto de los abusos de autoridad debe también aplicarse la tolerancia cero.
No es tolerancia cero frente a la persona que comete el delito, sino tolerancia cero frente al delito mismo. Se trata de crear comunidades limpias, ordenadas, respetuosas de la ley y de los códigos básicos de la convivencia social humana.
Frente a la cantidad de mentiras y mediocres explicaciones sobre este tema, dadas por algunos de nuestros gobernantes en turno, directores de instituciones educativas, líderes comunitarios y padres de familia inclusive, es bueno volver a leer esta teoría y de paso, difundirla.
Anónimo dice
Leyendo el artículo que se ha publicado en su periódico (20Minutos) sobre el barrio de Villaverde ha conseguido cuando menos que la gente que ha nacido, trabaja o vive en dicho barrio lo silencie, pues a nadie le gusta que le asocien con el lumpen o lupanar. Porque también se habla de la prostitución que rodea al barrio.
Lejos de parecer que todo esto va a ser una crítica a la publicación de su artículo es una reflexión (y sobre todo unas preguntas).
Cuando una persona está enferma que te dice el sentido común: ¿que se lo comente al vecindario, al ordenanza del ambulatorio, al personal administrativo? o ¿que vayas a las personas que realmente te puedan decir porqué y qué es lo que te pasa? Pues esto es lo que se debería haber hecho también sobre esa información.. ir a quienes conocen la causa del problema.
¿La gente más mala ha decidido irse a Villaverde o se la ha realojado y ahora no se sabe cómo solucionar el problema?
Hubiera tenido más sentido el artículo si reflejara la opinión de l@s responsables polític@s del distrito, se podían haber acercado a la Junta Municipal del barrio- no a la policía que hacen lo que les ordenan… para aclararnos- y su sentido de la investigación (y se lo digo muy sinceramente sin ningún viso peyorativo) le habrían dicho porqué – como muy bien dice el artículo- “en unos años el barrio ha cambiado”.
¿Han contado todos los polideportivos que tiene Villaverde? ¿Ha estado en las filas del centro cultural cuando se abre el plazo de matrícula para “pillar” una plaza? ¿Han comprobado todas las ofertas gratuitas de ocio que tiene el barrio para los fines de semana? Porque así debe de ser en un barrio con un flagrante índice de paro y no es cuestión de utilizar la crisis actual ya viene de una población con ciertas dificultades, en algunos casos, para integrarse al mundo laboral y que se ha hecho muy poquito por solucionarlo.
El tema no se va a solucionar de “verdad”, porque el dar datos sobre robos, asaltos…es una tomadura de pelo, esa es una política de buró que desde el mismo echan balones fuera.
Para conocer de verdad un barrio hay que impregnarse de él: pasear, comprar, vivir, trabajar (peleándose para encontrar un aparcamiento, problema que “saltará con el tiempo) todo esto se desconoce si te “acercas” al barrio y a cualquier hora tienes tu parking y vigilado y paseas por sus calles con escolta cuando se va a una inauguración.
Desde “esas alturas” es normal que se ciñan al anecdotario, que nadie le niega esos asaltos; pero fíjese será porque ya nos conocemos o hemos creado registros para protegernos de los amigos de lo ajeno que la mayoría de los atracos los sufrimos cuando salimos al centro de Madrid. Por cierto con uno de los índices más altos de inseguridad del país.
Al igual que se habla de paraísos fiscales y sabemos quienes se hospedan allí, igual hacen con estos dañinos artículos sobre paraísos de la delincuencia una atracción…pero claro está de otra índole, por eso comprenderá usted el malestar que ha generado en un barrio que tradicionalmente fue agricola, hortelano antes de los años 50 y posteriormente eminentemente industrial (Barreiros, Marconi, Hierros Madrid, Mesae; Standar, etc) y sobre todo el protagonista de importantes luchas obreras y vecinales con una entrañable y solidaria población que campeaba libremente por sus calles.
Si nos embargara otro deseo que el de usted comprenda la seriedad del asunto, diría si estos hacinamientos que tristemente está sufriendo parte de su población si será un castigo por su pertinaz rebeldía en otroras tiempos. Todo aquello fue intencionadamente silenciado, indiscutiblemente su popular diario nada tiene que ver con ello, puesto que no existía.
Esperando se acerque a nuestro barrio con más cariño y confrontación de sus diferentes dificultades para solucionarlas
Un cordial saludo (También la felicitación por el acierto de ofrecer gratuitamente y de primera mano unas informaciones al pueblo de Madrid).
Una Usuaria de Villaverde.
pedro dice
La culpa no la tienen los periodistas, que los pobres hacen su trabajo por un escaso sueldo, sino de la visión general que tiene la mayoría de los madrileños, incluidos los políticos ¿de izquierdas? como el ex presidente de la Comunidad, que ayer escribía esto:
11:17 | 23 de abril, 2010 Joaquín Leguina
Es evidente que si hay centrales nucleares habrá que buscar sitio para los residuos
Recuerdo –de mis tiempos de concejal- las protestas de los vecinos (todos ellos ocupaban viviendas de promoción pública, es decir, prácticamente gratuitas) a causa de la instalación de un tanatorio en las proximidades de la M-30.
Por cuenta del alcalde recibí a sus representantes en mi despacho y después de oír “los argumentos” en contra de la mala compañía que para ellos constituían los duelos, les recordé que en una ciudad tan ruidosa como Madrid, tener como vecinos a los muertos, gente tan silenciosa, más que una carga era una bendición… y añadí que el ayuntamiento estaba dispuesto no a cambiar de sitio el tanatorio pero sí a trocar sus viviendas por otras –también de promoción pública– en Villaverde Alto. Se marcharon rezongando, pero no volvieron a por uvas… y ahí sigue el tanatorio, en perfecto estado de uso y de revista.
Todo esto viene a cuento de la revuelta autonómica (una más), esta vez en torno a un nuevo almacén para los residuos provenientes de las centrales nucleares. Parece evidente que si existen centrales nucleares habrá que buscar sitio para los residuos (a no ser que se envíen a Francia previo alto pago). Pues bien, todos los demonios ecólogo-apocalípticos se han desatado de la mano de los distintos presidentes autonómicos gritando a coro: “Sí, pero aquí no”.
Pretendiendo, como siempre, constituirse en reyecitos de taifas y, de paso, haciéndose –aunque lateralmente– eco de esa sinrazón según la cual las nucleares no sólo son un peligro en sí, sino que, además, nos contaminan con unos residuos peligrosísimos.
Ante tanto disparate, el Gobierno en pleno debería tomar la decisión de ubicar el almacén en el lugar más razonable y justificar esa decisión, previo recordatorio de que esa competencia es del Estado… Y, a partir de ese momento, de las protestas, quejas y demás dislates se encargará quien corresponda (preferentemente la Guardia Civil).