Texto parcial de un artículo de Mark Weisbrot:
“Se sostiene con frecuencia que la unión monetaria, que cuenta hoy con diecisiete países, debe mantenerse por el bien del proyecto europeo. En ello se incluyen ideales tan dignos como la solidaridad europea, establecer parámetros comunes de derechos humanos e inclusión social, mantener bajo control al nacionalismo derechista y, por supuesto, la integración económica y política que subyace a ese progreso.
Pero con ello se confunde la unión monetaria, o zona euro, con la Unión Europea (UE) misma.
Dinamarca, Suecia y el Reino Unido, por ejemplo, son parte de la UE, pero no de la unión monetaria. No hay razón para que no pueda avanzar el proyecto europeo, y prosperar la UE, sin el euro”.
Fuente: www.sinpermiso.info: Traducción de Lucas Antón
Y hay buenas razones para tener la esperanza de que esto pueda suceder. El problema es que la unión monetaria, al contrario que la UE misma, es un proyecto inequívocamente de derechas.
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