Para seguir en el premeditado camino del endeudamiento, hace falta meterle mano a la caja de la seguridad social y que nuestro dinero, el que hemos pagado durante nuestra vida entera de trabajo todos los jubilados del Seguro Social, que es nuestro legalmente, porque nadie no los regaló, no existirá en breve y los jubilados se tendrán que morir de hambre, perder sus casas y vivir como pordioseros, mientras los beneficiarios de todo tipo de privilegios podrán seguir viviendo en el lujo.
Dentro de muy poco nos daremos cuenta de que nos han robado nuestro dinero.
¿Nos vamos a cruzar de brazos?.
¡Basta ya de demagogia y de mentiras! La batalla es ahora y este pueblo, principalmente los jubilados y sus descendientes, ya llegaron a su límite de tolerancia y el día de la INDIGNACIÓN NACIONAL ya está aquí.
Reclamemos el dinero y el castigo de los ladrones que pretenden saquear las arcas del seguro social antes de que sea demasiado tarde.
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