La estabilidad presupuestaria equivale a conducir un automóvil con la dirección fija, sin tener en cuenta que hay que girar a izquierda o derecha cuando se presentan curvas en el camino. Así, cuando una economía va mal y le falta impulso proveniente de la iniciativa privada, la única solución es el gasto público, como acabamos de ver en la crisis reciente. E incluso cuando va bien es cuando una economía puede permitirse cierto endeudamiento para poder invertir en aquellos bienes (obras públicas, colegios, hospitales, centros de investigación…) que tienen un alto coste y no se pueden pagar en un solo momento pero que van a utilizarse por varias generaciones. Sobre todo, las economía como la española que todavía sufren graves déficits sociales y económicos con su entorno.
Por esa razón, renunciar al endeudamiento público es renunciar a la financiación de esos bienes y servicios que son claves para el bienestar de las personas (sobre todo de las que no tienen ingresos para adquirirlos en el mercado) y para las empresas, que no podrían por sí solas financiar el capital social que necesitan para obtener beneficios y crear empleo.
Si la prohibición de incurrir en endeudamiento va acompañada, como además proponen los gobiernos neoliberales, de reducciones de impuestos, la consecuencia inevitable solo puede ser una peor y más insegura gestión económica y una menor provisión de esos bienes públicos, es decir, más crisis, menos empleo y menos riqueza privada y social.
La razón por la que los neoliberales, como ahora Zapatero, se empeñan en adoptar esta medida económicamente irracional es muy clara: abrir la puerta para el negocio privado porque disminuyendo y empeorando la provisión de bienes y servicios públicos es como se puede justificar ante la población una mayor oferta de esos mismos bienes por el mercado. Y, además, porque de esa forma se facilita el incremento de la deuda privada que es el gran negocio de la banca. Pero incluso denunciamos algo más grave y es que se “constitucionaliza” el neoliberalismo, consagrando en la carta magna una determinada ideología política, ultra-liberal y ultra-conservadora.
Todas estas razones hacen que el acuerdo propuesto por el presidente Zapatero en una aplicación política del Pacto del Euro, sea el más peligroso y dañino para el bienestar social del pueblo español desde la muerte del dictador porque condenará a la economía española a permanecer en situación de desventaja y a no poder mejorar nunca su modelo productivo, ni su competitividad, ni sus estándares de bienestar social.
Pero si estas razones justifican de por sí mismas la oposición a este acuerdo, la intención de adoptarlo mediante una reforma de la Constitución sin referéndum, es decir, sin debate social y sin que la población pueda tener información, deliberar y pronunciarse constituye en nuestra opinión UN GOLPE DE ESTADO ECONÓMICO que hay que rechazar por todos los medios pacíficos y democráticos a nuestro alcance.
Por estas razones la Promotora estatal de la red de Mesas Ciudadanas de Convergencia y Acción llama a todas las organizaciones, sindicatos, partidos, movimientos sociales y personas amantes de la justicia y defensoras del Estado de Derecho, el autogobierno, los estatutos de autonomía y el bienestar social a movilizarse en todas los rincones de nuestras ciudades y centros de trabajo para expresar su rechazo solicitando por todos los medios a su alcance la CONVOCATORIA DE UN REFERENDUM VINCULANTE y la apertura de un debate social plural y auténticamente democrático sobre esta medida.
Promotora Estatal de las Mesas Ciudadanas de Convergencia y Acción
24 agosto 2011
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