Recogida de firmas para que se cumpla la ley:
Saldar la deuda histórica de la Administración competente con la Colonia Experimental de Villaverde y rehabilitar integralmente todos los bloques de la misma así como la urbanización y acondicionamiento de sus espacios interbloques.
En medio de Villaverde Alto se levanta la Colonia Experimental. “Una isla olvidada”, esta es la definición más apropiada. Adentrarse entre sus edificios es como un viaje al pasado, concretamente al año 1957, cuando la Obra Sindical del Hogar construyó estos 28 bloques de 408 viviendas. Desde entonces el mantenimiento ha brillado por su ausencia.
Estas viviendas, que los vecinos tomaron como adjudicatarios de contratos de acceso en diferido a la propiedad pasaron a manos del Instituto de la Vivienda de Madrid (IVIMA), que en 1994 impuso su compra al haber vencido los plazos de la mayoría de esos contratos, condenando a los vecinos a la compra de ruina.
Darse un paseo de cinco minutos por la Colonia Experimental, repleta de pancartas contra el IVIMA por sus últimas movilizaciones reclamando “justicia”, basta para hacerse una idea del abandono que sufre la zona: edificios con humedades y grietas, malos olores provenientes de fosas sépticas deterioradas, baches, cristales rotos por el suelos, basura en general… Hay ratas y cucarachas. La limpieza brilla por su ausencia.
La definición que dio el ex gerente del IVIMA, Juan VanHalen en su visita al lugar en abril de 2013 fue: “Esto parece Kenia”. Prometió la rehabilitación de edificios en el año 2014, al día siguiente ya no ocupaba el puesto. Una de las grandes preocupaciones de los vecinos es la seguridad: “Esta situación ha provocado que mucha gente no quiera vivir aquí. Ha habido un aumento de la delincuencia. El barrio se está degradando. No queremos que esto se convierta en las tres mil viviendas de Sevilla” Los afectados tienen claro que el IVIMA debía haber arreglado los pisos antes de venderlos, ese era el compromiso y las obligaciones contractuales del Organismo, rehabilitar antes y vender después, ya que estos edificios ya presentaban deficiencias graves en 1994. Ante esta situación, un grupo de vecinos llevó el asunto a los tribunales.
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), les dio la razón en un auto fechado el 27 de junio de 2005 y condenó a la administración autonómica a arreglar <>. Casi diez años después, la Comunidad de Madrid solo ha rehabilitado uno de los seis bloques, concretamente el número 5 de la calle Guadalaviar, que parece una vivienda corriente al lado del resto.
Tras varias movilizaciones, que se reactivaron en octubre del 2014, los vecinos tienen claro que van a seguir movilizándose y exigiendo JUSTICIA Y DIGNIDAD. Los últimos ofrecimientos del IVIMA son un insulto para los vecinos de los bloques afectados por la sentencia del 2005. Nada tiene qué ver con la rehabilitación acometida en el único bloque rehabilitado integralmente, siendo una fragante discriminación y una injusticia para los vecinos de los bloques sin rehabilitar.
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