Mientras se dedica una enorme cantidad de dinero, espectáculo y exhibición populista a la nueva visita del papa a España, se le niega ayuda a los enfermos dependientes, se niegan becas de comedor escolar a familias necesitadas, libros de texto y vestido para niños inmigrantes, ayudas para los que se han quedado sin subsidio de paro, casa a quienes han sido robados hipotecariamente.
Tal es la descomposición moral y espiritual de una religión vendida cuyos jerarcas han perdido el norte.
Deja una respuesta