Madrid, 23 feb. 10, AmecoPress. La denuncia y el objetivo principal de este movimiento de mujeres es hacer visible a toda la sociedad lo que denominan “un nuevo maltrato, un acoso continuado”. Las principales denuncias que mantienen son la retirada de la custodia de forma injusta así como la imposición de custodias compartidas impuestas, la posterior ausencia de sus hijos e hijos, la aplicación del pretendido Síndrome de Alienación Parental (SAP) y los diversos tipos de acoso judicial, económico, laboral y personal que sufren. Conmemorando el Día de la Mujer, este grupo independiente se concentrará en Sevilla, los días 4, 5 y 6 de marzo, en lo que es tercera protesta nacional.
Un informe del Observatorio de Violencia Doméstica y de Género concluyó que el llamado Síndrome de Alienación Parental (SAP), usado supuestamente por madres para lograr la custodia, carece de validez científica. No existe.
Sin embargo, jueces, fiscales y peritos judiciales lo siguen empleando en vistas y sentencias. El resultado es lo que las mujeres que protagonizarán el encierro en Sevilla (en enero estuvieron en Madrid) y otras muchas en el anonimato llaman “terapia de la amenaza”.
“El SAP no tiene fundamentación científica probada, es una ideología posmachista”, denuncian, explicando que la referencia a este falso síndrome aparece como reacción y resistencia a la Ley Integral Contra la Violencia de Género.
Asimismo, explican que el SAP “invisibiliza la violencia” y es promovido desde las voces de la sociedad patriarcal, para provocar el hastío en la mujer y que desista de las denuncias y renuncie a sus derechos. El SAP mantiene determinados mitos del imaginario machista para respaldar su ideología y provocar la “continuidad del maltrato psicológico”.
Maltrato psicológico
Entre esos “mitos”, encontramos las “denuncias falsas”. Las cifras demuestran que son inciertas pero se siguen utilizando para “hacer de rompeolas contra la imagen pública global de las mujeres denunciantes”, indican las afectadas. Para ellas, el objetivo último es la “criminalización” de las mujeres, así como el constante acoso judicial hacia ellas, provocando la “judicialización de su vida”.
Las mujeres también denuncian las peticiones de custodias compartidas obligatorias en casos de maltrato, probado o no, y que derivan en la aplicación de regímenes de visitas “amplios y flexibles” –no regulados en horarios prefijados- a adolescentes que “deciden” irse a vivir con sus padres, presionados sobre la supuesta “mala influencia” de su madre.
“Literalmente han dejado de ver a su madre y familia materna, y rompen el vínculo fraterno con el resto de hermanos”, indican, “la desprotección es absoluta y nadie toma cartas en el asunto”.
Violencia económica
Asimismo, estos trasfondos machistas conducen en muchos casos a la retirada del pago de pensiones alimenticias hacia el padre progenitor cuando los hermanos son separados y ambos progenitores tienen custodia, “sin tener en cuenta el salario de cada uno de ellos ni la desigualdad existente en el ámbito laboral”.
En multitud de casos, el hombre tiene un trabajo con una remuneración doble respecto del de su exmujer, con lo cual el hermano o hermana que convive con la madre está en inferioridad de condiciones y posibilidades. Otro tipo de abuso que se produce en torno al ámbito económico es el constante acoso laboral hacia las mujeres, que reciben denuncias infundadas de sus exmaridos en sus centros de trabajo, con el correspondiente efecto de desprestigio y perjuicio en la estabilidad profesional.
También es habitual el “acoso de su imagen pública”, ya que, según estas mujeres, en muchos casos los acosadores “vigilan desde la red los perfiles en las redes sociales y portales web de sus exmujeres, recabando información y aportándola innecesariamente en sus continuas demandas”. Estas son algunas de las injusticias que explicarán el día 4 de marzo a las 11 de la mañana en el Centro Cívico La Buhaira de Sevilla.
Fotos archivo AmecoPress, cedidas por Mónica Niño Romero
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Pie de fotos: Imagen del encierro realizado en Madrid, en enero de 2011: de izquierda a derecha, Fátima Urzanqui, psicóloga experta en violencia de género y María Salméron, mujer de Sevilla a la que le retiraron la custodia de su hija por supuesto incumplimiento de régimen de visitas y se la dieron al padre maltratador; ha recuperado la custodia ahora y es víctima de denuncias falsas por parte del padre de su hija
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