Ayer se celebró en el Centro Cultural Agata una charla-debate con la intervención de Beatriz Gimeno y de Flor Cabrera (ponentes). Asistieron unas 35 personas y se realizaron múltiples intervenciones y preguntas sobre un tema tan complejo que ha llevado a una división conceptual entre quienes pretenden considerar a la prostitución “trabajo” o diferenciar entre “libre” y “forzada”, y quienes, desde una posición anti-prostitución quieren encarar la protección de las víctimas y la persecución de los delincuentes.
El tiempo de debate ha quedado muy corto por la complejidad del tema que requeriría analizar situaciones nacionales e internacionales, políticas, sociales y económicas, así como las complicidades patriarcales, el lugar social de las mujeres como principales y en muchos casos únicas responsables de la reproducción de la especie y el sostenimiento de la vida, y las prácticas que instauran la desigualdad entre varones y mujeres, que significan para éstas mayor pobreza, menores recursos, descalificación, mayor vulnerabilidad frente a las crisis, la pobreza y la desocupación.
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